miércoles, 25 de julio de 2012

Venid, va a estar bueno


he dado el paso…

He dado el paso
más importante de toda mi vida:
he roto con mi madre y he caído en tus brazos.
Romper y caer,  y caer
y caer.
Así de simple.
Ahora que el mundo se abre y mi casa 
la que he cultivado desde que soy un niño 
se cierra.
Guardo en una caja de mentira
los juguetes que he fabricado de verdad
a lo largo del tiempo, para escapar
del tiempo.
Hoy que mi madre se muere de indignación
por verme caer
con todo el peso de mi cuerpo
en tus brazos… 
Y es simple la caída
y por momentos, dulce 
y menos dolorosa de lo que imaginaba.
 **

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char