martes, 1 de noviembre de 2011

A vos y a mí qué nos queda, la vigilia


Tomada de http://www.evaristocultural.com.ar/
 GABRIEL RECHES

(Buenos Aires, Argentina, 1968)

A la megalomanía siempre
se le atribuyó la ilusión
del universo intermitente
que va a apagarse cuando nos apaguemos

pero he aquí los que vienen a extinguirse
antes del espejismo de la especie
mientras aún rueda el mundo o lo que deba rodar

la experiencia de amar sin freno
al espejo que se rompe, lamer una pared
la de sembrar en la fístula del hematoma propio
la de soltar amarras y por toda tradición
conservar un megáfono encendido

apenas indicios de los primeros últimos
la rebelión de estallar
antes de que muevas el switch detonador

A vos y a mí qué nos queda, la vigilia
detrás del wok con vegetales que encargamos

estamos, claro, dispuestos a llorar
por el corazón de los más nuevos
que hace crash mientras el nuestro envejece.

De es el fin del mundo, tía Berta

2 comentarios:

eduardo dijo...

Muy emotivo, pero a Gabriel le falta mucho para envejecer. Un abrazo para los dos (Irene y Gabriel).

Irene Gruss dijo...

Eduardo, gracias, qué linda visita. Besos, irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char