sábado, 10 de septiembre de 2011

«A la sombra de los grandes árboles no crece nada»


Camille Claudel: La edad madura
CAMILLE CLAUDEL
(Francia, 1864-1943)

El lenguaje del arte [...] no es ni una historia lacrimógena ni un cuchicheo confidencial.
Linda Nochlin, «Why have ther been no great women artist?», Art News, Nueva York, 1971; recogido en Women, art and power and other essays.
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En 1883, Camille Claudel se traslada a París donde consigue ingresar en la Académie Colarossi, uno de los pocos centros que admitía a mujeres ya que no se les permitía el acceso a la Escuela de Bellas Artes. En 1883 tiene lugar su primer encuentro con Rodin. Poco tiempo después comenzará a trabajar como ayudante en su taller. La obra de esta genial artista ha quedado en múltiples ocasiones relegada a un segundo plano y se muestra en este sentido un inminente, y me atrevería a denominarlo, urgente, acercamiento a la de-construcción de un mito. Su trágica vida, reforzada por la literatura y el cine ha ganado protagonismo y ha eclipsado las aportaciones estéticas e iconográficas de sus obras.
Sandra Illana Benito, en Camille Claudel en sí misma


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(...) Rodin no basta para explicar a Camille Claudel. Por mucho que su papel a la vez de maestro y amante, que sitúa a Claudel entre la admiración y la pasión desbordada, entre la obediencia de la aprendiz de taller que entrega su trabajo y el desafío de la amante, entre el orgullo de la propia obra de escultura y el dolor del desamor, desdibuje muchos perfiles. Para bien y para mal, Camille Claudel es un personaje mucho más complejo, que responde también a otros estereotipos de la época, a otras influencias y a determinadas formas de estar en la vida y de entender la escultura que muchas veces la separan claramente del propio Rodin.
Camille Claudel nace en 1864, el mismo año que Toulouse-Lautrec y la misma década que artistas como Ensor (1860), Edmond Aman-Jean (1860), Henri Martin (1860), Maillol (1861), Klimt (1862), Munch (1863), Kandinsky (1866) o Nolde (1867), por no hacer muy larga la lista. Artistas que llegarán a su madurez física y creativa en el cambio de siglo y que se caracterizan por una reacción contra el naturalismo impresionista mediante la búsqueda de mayores contenidos, ya sea a través del expresionismo o del simbolismo, cuando no de su radicalización.
Bruno Gaudichon; Pablo Jiménez Burillo
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Correspondencia (Fragmentos)"No quede yo para siempre en esta nada con barrotes que es la prisión de locos, donde mi madre y todos ustedes me han confinado, por haber tratado de ser Camille y mujer, Camille y artista, Camille y amante y libre." C.C.
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A Rodin, 1894


"No pude ir adonde me dijo porque no tengo sombrero ni zapatos, mis botines están muy gastados."


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"Se me reprocha (¡espantoso crimen!) haber vivido sola."
1917
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A su hermano
1927


Mi pequeño Paul:
...Hoy hace catorce años que tuve la desagradable sorpresa de ver en mi taller a dos esbirros armados con casco, botas, amenazantes por todos lados. Triste sorpresa para un artista; en lugar de una recompensa ¡He aquí lo que me ocurre! Soy yo la que arribó a esta infinita grisura,


Tu hermana en el exilio.
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Montdevergues, 3 de marzo de 1930
Querido Paul,


Hoy, 3 de marzo, es el aniversario de mi secuestro en Ville-Evrard: hace 17 años que Rodin y los marchantes de obras de arte me enviaron a hacer penitencia a los asilos psiquiátricos. Después de apoderarse de la obra de toda mi vida sirviéndose de B. para ejecutar su siniestro proyecto me hicieron cumplir años de prisión que bien se merecerían ellos. B. no era más que un agente del que se sirvieron para tenerte al margen y utilizarte para dar este audaz golpe que salió tal y como habían planeado gracias a tu credulidad y a la de mamá y de Louise. No olvides que la mujer de B. es una antigua modelo de Rodin: ahora ves la maquinación de que fui objeto. ¡Qué bonito!, ¡todos aquellos millonarios lanzándose contra una artista indefensa! ya que los señores que colaboraron en tan buena acción son todos más de 40 veces millonarios. ¡Parece que mi pobre taller, algunos pobres muebles, algunos útiles construidos por mí misma, mi pobre menaje todavía excitaban su codicia! Como la imaginación, el sentimiento, lo nuevo, lo imprevisto que surge de un espíritu desarrollado es algo que les está vedado, cerrados de mollera, cerebros obtusos, eternamente ciegos a la luz, les hace falta alguien que les provea. Ellos lo decían: "nos servimos de una alucinada para encontrar los temas". Tendría que haber al menos algunos estómagos agradecidos que supieran compensar a la pobre mujer a la que despojaron de su genio: ¡no!, ¡una casa de locos!, ¡ni siquiera el derecho a tener mi propia casa!... (...)


Parece que el principal beneficiario de mi taller es el señor Hébrard, editor de obras de arte, calle Royale. Allí se precipitaron todos mis bocetos (más de 300). Parece que ya unos años antes de mi marcha de París, los bocetos que hacía en Villeneuve tomaban el camino de su casa (¿por qué milagro? Dios sabe) Los encontré en su casa copiados en bronce y firmados por otros artistas: ¡realmente es demasiado fuerte! ...¡Y condenarme a prisión perpetua para que no reclame! Todo esto sale en el fondo del cerebro diabólico de Rodin. Sólo tenía una idea, que cuando él muriera yo podría alzar el vuelo como artista y llegar a ser más que él: era preciso que consiguiera tenerme entre sus garras después de su muerte igual que en vida. Era preciso que yo fuera desgraciada muerto él igual que vivo. ¡Lo ha conseguido punto por punto, porque lo que es desgraciada lo soy! ¡Puede que no te importe mucho pero lo soy! (...) Estoy muy aburrida de esta esclavitud. Me gustaría mucho estar en mi casa y cerrar bien la puerta. No sé si podré realizar este sueño, estar en mi casa. (...) No tengo noticias de tus hijos. Muchos saludos para ti y tu familia. C.
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Carta a la madre, del manicomio de Montdvergues, 18.02.1927


No es sin tristeza que te veo gastar tu dinero en un manicomio. Un dinero que me podría ser muy útil para hacer bellas obras y vivir agradablemente!
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S/d
Sin duda usted ya ha escuchado hablar de mis aventuras funambulescas y de lo que luego resultó de ellas. Para terminar, fui secuestrada por un ciclón junto con mi taller, pero, por un singular efecto del tornado, mis cascajos resbalaron directamente al bolsillo de Rodin y sus consortes, mientras que mi desafortunada persona se vio transportada delicadamente a un recinto enrejado en compañía de muchos alienados. Hago lo posible por figurar de manera honorable en esta amable corporación: ¡No lo hago demasiado mal! Si usted quiere comprobar por si misma lo que ocurre no tiene más que tomar el Metro hasta Saint-Mandé y luego el tranvía de Saint-Mandé a Ville-Évrard (Sanatorio especial). La espero detrás de la reja.
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En una de sus últimas cartas

«No he hecho todo lo que he hecho para terminar mi vida como figura principal de una casa de salud. Merecía algo más que esto.»

Fuente: Tomado de Correspondencia de Camille Claudel, Editorial Síntesis, y Bibliothèque Nationale de France (Fonds Paul Claudel).
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Nota 1
En 1905, Maria Lomer De Vits elaboró un listado de las escultoras que trabajaban en París en el que quedaron registradas 231 artistas contemporáneas de clases sociales y status socioeconómicos tan diversos como lo eran sus prácticas artísticas. Lo que todas ellas compartían era un gran compromiso con producir y exponer de manera regular. Como explicó la propia De Vits, su objetivo era fundamentalmente feminista: su deseo consistía en apoyar a las mujeres artistas en su lucha por obtener un reconocimiento y defender la campaña que tenía por lema «el Arte no tiene sexo». De estas 231 artistas, sólo una de ellas ha logrado llegar hasta las galerías del Musée d’Orsay, Camille Claudel, representada por su escultura L’âge mûr, una obra cuya ejecución se planteó encargar el Ministerio de Bellas Artes en 1895 sólo para cambiar de opinión en 1899, y que finalmente adquirió el Estado ochenta y tres años más tarde, en 1982.
Claudine Mitchell

Nota 2
Rosa Montero cuenta: “Camille no tiene ni tumba y en la Enciclopedia Británica se le concede sólo una línea:
“(1883- 1898) amante y modelo de Rodin”.
¡¡¡ Presten atención a las fechas…. no es ni su nacimiento ni su muerte, es sólo el tiempo que estuvo junto a Rodin!!!

Nota 3
En la pieza La edad madura se muestra a Rodin desnudo, retenido por Camille –arrodillada, también desnuda y suplicante– y arrastrado por una vieja, la costurera y amante del artista, Rose Beuret.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la recopilación de cartas de Camille Claudel

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char