lunes, 18 de mayo de 2009

Ese hijo que corre


Dos poemas de LUIGI BRESSAN
(1941 en Agna, Padova, y vive en Codroipo, Udine)


Extranjeros

“Ese hijo que corre
en los descampados es mi hijo”
es necesario que lo repita a los gritos,
porque todos somos extranjeros,
una vez o muchas,
y nos llamamos para reencontrarnos,
especialmente cuando,
como hoy,
las hojarascas atormentan,
se chocan con el viento,
y un lago de azul
nos mira y nos espanta.

***

En el pueblo
En el pueblo nos encontramos
alguna vez, todos los días
en las calles en un vaivén,
con los autos,
en el pueblo siempre los mismos.
A mi madre en la plaza
si tengo tiempo la saludo,
de todos modos nos encontramos
delante de casa, cuando vamos
ella hacia un lado, yo
por el otro, con los demás
todos en la misma dirección,
como si fuera una calesita,
que da vueltas hasta la noche.




Luigi Bressan, Nuevos poetas italianos, traducción Rocco Carbone, Paradiso.

1 comentario:

Gabriella dijo...

Esta version de Rocco Carbone es bellissima. Gracias, Diana. Gabriella

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char