domingo, 4 de abril de 2010

Nadie, ni siquiera la lluvia


ee Cummings
(EE.UU., 1894-1962)
Edward Estlin Cummings


en un lugar en el que nunca he estado, felizmente más allá
de cualquier experiencia, tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más frágil están las cosas que me cercan,
o aquellas que no puedo tocar porque están demasiado cerca

tu mirada más leve fácilmente puede descerrarme,
pese a que he cerrado mi ser como dedos,
tú me abres siempre pétalo por pétalo, como la Primavera abre
(tocando hábilmente, misteriosamente) su primera rosa

o, si es tu voluntad cerrarme, yo y
mi vida se cerrarán muy hermosamente, repentinamente,
como cuando el centro de esta flor imagina
la nieve descendiendo cuidadosamente en todas partes

Nada de lo que podemos percibir en este mundo se compara
con el poder de tu intensa fragilidad: cuya textura
me fuerza con el color de sus tierras,
mostrando muerte y eternidad con cada respiración

(no sé qué hay en ti que se cierra
y se abre; sólo que hay algo en mí que entiende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas.
***

somewhere i have never travelled, gladly beyond
any experience, your eyes have their silence:
in your most frail gesture are things which enclose me,
or which i cannot touch because they are too near

your slightest look easily will unclose me
though i have closed myself as fingers,
you open always petal by petal myself as Spring opens
(touching skilfully, mysteriously) her first rose

or if your wish be to close me, i and
my life will shut very beautifully, suddenly,
as when the heart of this flower imagines
the snow carefully everywhere descending;

nothing which we are to perceive in this world equals
the power of your intense fragility: whose texture
compels me with the color of its countries,
rendering death and forever with each breathing

(i do not know what it is about you that closes
and opens; only something in me understands
the voice of your eyes is deeper than all roses)
nobody, not even the rain, has such small hands

***
UN HOMBRE O, SI LOS HOMBRES SON DIOSES; MAS SI LOS DIOSES HAN…

un hombre o, si los hombres son dioses; mas si los dioses han
de ser hombres, éste es a veces el único hombre
(el más común, pues toda angustia es su dolor;
y, dado que su alegría es más que alegría, el más singular)

un demonio, si los demonios dicen la verdad; si los ángeles se consumen

en su propia y generosa luz total,
un ángel; o (puesto que desdeñará varios mundos
antes que faltar a su insondable destino)
cobarde, payaso, traidor, idiota, soñador, bruto—

tal fue y será y es el poeta

—aquel que develará los abismos del horror para defender
con su vida la arquitectura de un rayo de sol:
y tallará inmortales selvas de desesperanza
para sostener en su mano el latido de una montaña

Traducción de José Casas
**
NO MAN,IF MEN ARE GODS;BUT IF GODS MUST…

no man,if men are gods;but if gods must
be men,the sometimes only man is this
(most common,for each anguish is his grief;
and,for his joy is more than joy,most rare)

a fiend,if fiends speak truth;if angels burn

by their own generous completely light,
an angel;or(as various worlds he’ll spurn
rather than fail immeasurable fate)
coward,clown,traitor,idiot,dreamer,beast—

such was a poet and shall be and is

—who’ll solve the depths of horror to defend
a sunbeam’s architecture with his life:
and carve immortal jungles of despair
to hold a mountain’s heartbeat in his hand

1 x 1, 1944.

***
Poema

La primavera es como una quizá mano
que llega cuidadosamente saliendo de ninguna parte
arreglando una ventana
hacia dentro de la cual todos miran
mientras todos se quedan absortos ella arregla y cambia
coloca cuidadosamente allí una cosa extraña
y aquí una cosa conocida
y cambiándolo todo cuidadosamente.
La primavera es como una quizá mano en una ventana
cuidadosamente acá y allá
moviendo nuevas y viejas cosas
mientras todos miran absortos cuidadosamente
moviendo una quizá fracción de flor aquí
colocando una pulgada de aire ahí
y sin romper nada.
***
11:435

tantos yo (tantos dioses y demonios cada uno más voraz que todos) es un hombre (tan fácilmente uno en el otro se esconde; mas siendo todos se libra el hombre de ser ninguno)

tan tumultuoso es el más simple deseo; tan despiadada masacre la más inocente esperanza (tan hondo el espíritu de la carne y tan despierto lo que el despertar llama dormido)

así nunca está solo el más solitario de los hombres (su aliento más breve vive el año de algún planeta, su vida más larga es un latido de algún sol; su menor inmovilidad recorre la estrella más joven)

cómo pretendería un loco que a sí mismo se llama "yo" abarcar el innumerable "quien"? (1950-XAIPE)
Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char