sábado, 27 de junio de 2009

Lo que no se hurta se hereda


Transcribo el comentario de Marcelo, quien previamente me pide cite al traductor de algunos textos:

"En ese caso, podrías indicar la fuente con la aclaración: 'sin mención del traductor'. Se está hablando tanto ahora de los traductores y de su importancia, que es real. Sin ellos, no tendríamos acceso a muchos textos escritos en otras lenguas. Hasta hace un tiempo había editoriales que ni siquiera los mencionaban. De todos modos, estoy de acuerdo: lo más importante son los textos. Y estos que publicaste son muy buenos. Gracias, Irene".

Ese "se está hablando de los traductores y de su importancia" no es de ahora; algo me dice que viene quizá desde que se inventó la imprenta. Posible o seguramente, haya sido antes. La necesidad de conocer y de difundir en otras lenguas las obras literarias es imperiosa para cualquier lector que no sabe el idioma original. Así me he formado; con traducciones deplorables, otras buenísimas; en fin, nada que no sepamos todos. Respeto ese oficio y admiro a quien lo ejerce. También soy de las prejuiciosas que se fijan en las "maniobras" de tal o cual traductor, si conoce el idioma o improvisa, así como la sensibilidad, con perdón de la palabra, que éste puede y/o debería tener a la hora de transcribir, por ejemplo, nada menos que poesía. Desconfío de la mucha y de la poca distancia. Nada nuevo, tampoco.

Ahora bien, voy a los bifes: soy correctora desde hace unos treinta años; sé de la obligación de cualquier editor de citar fuente, crédito, traducción, autor, fecha y año, copy, etc., etc., etc.; sin contar la pauta tipográfica que va en cada uno, según el medio gráfico para el que trabaje.
Internet es para mí un medio de expresión complejo y también complicado. No hay derecho de autor alguno, ningún tipo de reglamentación para que tanto el autor como el traductor sean reconocidos.
Para simplificar, he adoptado el dicho "La sangre se hereda, el vicio se apega" y aplico el impune "Lo que no se hurta se hereda".

Robo, cito cuando veo la fuente; y cuando ésta no figura, no la cito. Cualquier lector de este blog puede hacer exactamente lo mismo porque yo no tengo propiedad sobre los textos ajenos. Este blog no es un trabajo; apenas lo llamaría juego. No me considero irresponsable y espero que esto se note. Saludo y agradezco a los seguidores por su paciencia y su respeto, Irene Gruss

4 comentarios:

Neorrabioso dijo...

"No me considero irresponsable y espero que se note".

Claro que se nota. Se nota mucho. El blog es magnífico.

Abrazos.

Hasta pronto.

Irene Gruss dijo...

Gracias, Don. Mi saludo, Irene

Marcelo dijo...

Bueno, Irene, era sólo una sugerencia; así lo hago en mi Biblioteca, como te consta; de ningún modo una indicación. Ahora sabremos los lectores de tu blog que cuando no hay mención de la fuente o del traductor, es porque no encontraste esos datos. Y me parece que esos datos son válidos, aunque se trate de Internet.
Así que te agradezco tu explicación.
Saludos

Irene Gruss dijo...

Así sea, I.

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char