lunes, 10 de enero de 2011

¡Chau, grande!

4 comentarios:

sibila dijo...

qué triste! a mi se me vino toda la infancia de golpe...

Irene Gruss dijo...

Qué joven eres...

Anónimo dijo...

Las rimas que estáis presentando me hacen pensar en Gloria Fuertes, cuyos libros alegraron con rimas y poesías mi infancia y la de muchos niños españoles de mi generación.

Irene Gruss dijo...

Precisamente, María Elena Walsh fue algo así como discípula de Juan Ramón Jiménez. Gracias por pasar, Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char