jueves, 30 de abril de 2009

Estás solo en tu sueño


Algunos pocos poemas
de OSVALDO BOSSI
(Buenos Aires, Argentina, 1963-)


NO SOY LA NOCHE, SOY LA NADA
que juega en mí y en vos descubre
aliento suficiente para seguir
viviendo, mintiendo quizás. Es raro
este deseo, este no que desea.
El único pensamiento incomprensible:
no que estés, sino la conciencia
de que estés.
***

SI MUERE EL UNO MUERE EL OTRO,
hace tiempo que lo sabemos, el mismo
que llevamos negándolo. Cambiemos
si querés este concepto muerte
por cualquier otro, y el resultado
será el mismo. Comprendo que este lazo
te aterre.
***

ESTÁS SOLO EN TU SUEÑO
como la arena está en la arena.
Reflejo o no, el tiempo te destruye
y se te escapa. Por momentos
la noche ciega, el bálsamo
de una extraña pasión borra
el funeral de tus pensamientos.
Pero salir de sí exige más que eso.
El delicado orden de la razón
no lo comprendería, y estoy cansado
para explicarlo ahora.
***

El muchacho contorsionista

No tengo amigos, pero me llevo bien con los relámpagos.
De dónde quiero salir, adónde quiero llegar,
no lo sé. De la mañana hasta la noche
doy vueltas a lo mismo, como si poner un brazo aquí,
una pierna allá, me impidieran caer en el dolor...
No hay dolor para mí. Es importante que sepan
esto: no hay dolor. Y no entiendo a la gente que sigue quieta,
aferrada a lo mismo, o deja que las cosas continúen
en su lugar. Yo sueño con un cuerpo distinto
cada vez, y no me importa que sea el mío:
puedo pasar de lobo a niño, de elefante a cangrejo
en pocos segundos, haciendo pequeños arreglos.
Algunos piensan que lo mío no es flexibilidad
sino un error de base, como si me faltara un eje,
un punto de apoyo... Puede ser. Mi madre se horroriza
al verme, y mi padre se ríe, se divierte conmigo
como si dijera: Este muchacho... Sin ir más lejos
anoche tuve una pesadilla. Dormido y desnudo
en mi cama, cualquiera (¿se dan cuenta?) cualquiera
podía verme. Mi novia, incluso, que es muy posesiva
podía encerrarme en una cajita de fósforos
o esconderme tranquilamente en un dedal.
***

Esperé a que cerrara los ojos
y se durmiera.

Es raro, pero
apenas acerqué el cristal
la respiración también se agrandó,
venciendo el peso enorme
que a nuestro alrededor tenían
los árboles de eucaliptus.

Mi lupa
era un objeto mágico, lo sé,
que recorría de lado a lado
su inmenso cuerpo
en porciones cada vez más cercanas, más nítidas
e inaccesibles.

¿Qué hacer?

Con miedo de perderlo
para siempre, acerqué
como un ciego la punta de mis dedos
hasta sus labios
y lo acaricié muchas veces.

Tocar es mejor que ver, me dije
en ese instante súbito
entre la pérdida y la realización.
Mientras tanto, Raulito
dormía
o fingía dormir.
No afuera, sino adentro de su pecho
cantaban a todo vapor las chicharras.

2 comentarios:

Bruno Di Benedetto dijo...

"No tengo amigos, pero me llevo bien con los relámpagos"
..qué bueno, Irene, gracias.

Facundo Soto dijo...

Osvaldo Bossi me parece el mas talentoso poeta vivo de la Argentina. La lectura de sus poemas, así como de su nouvel "Adoro" están a la altura de Manuel Puig, Samuel Becket, David Coupland... es una experiencia única, se distingue del resto, lejos, por su increíble talento para retratar lo complejo con simpleza. Un grande de verdad. Facundo Soto
www.desprendimiento.blogspot.com

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char