Unos pocos poemas de
MERCEDES ARAUJO
(Mendoza, Argentina, 1972)
"En ese extraño lugar llamado
cocina del infierno
el aire sobre la piel es ráfaga y arena
en ese extraño lugar
una gruesa montaña
se volvió garganta por la erosión del viento.
En ese extraño lugar, tener conciencia
de cualqueir paisaje es doloroso
porque se ven las cosas por primera vez
pero sobre todo porque decir así
el lugar roto por sí mismo
demora la marcha y nos hace resbalar
cuando lo que se quiere es huir".
***
"Vi lo que vi: movimientos furtivos en la hierba
cuatro leones atraviesan la bruma
allí en la nada donde las plantas cambian
un bosque que luego es pradera
y nuevamente un bosque.
No me defendí esa noche ni la siguiente".
***
Las hembras cazan de noche
esperan y clavan colmillos en garganta
en épocas de celo las hembras
tenemos el pelo brillante
en épocas de celo cambia
el sentido de las palabras
en épocas de celo puedo
quitarme el velo, partir de viaje
brillar o permanecer
–el ritmo es el mismo en cualquier música–
***
Antonio y Cleopatra/ serpiente tigre
abrazo trémulo en el lecho de los amantes
Serpiente del viejo Nilo arrastrado me deleito
yo Antonio en el dolor que me inflige
[anillos rojos negros blancos y amarillos]
Ser más Antonio el bravo general
ojos sin temple rendido, claman ríen
los buitres urracas, si alguno lo intentara
ser el pescado salinero atrapado en arpón
serpiente tigre serpiente ciega, por la noche
vestir sus atavíos ella se enfunda mi espada
es el fuelle y yo el delicado abanico
de la fogosa que llora
[el embrión es macho y hembra]
Cleopatra es Antonio, Antonio es Cleopatra
hacemos libaciones, cambiamos lugares
“romano, fuiste la mujer y yo el hombre,
te curvé en un lecho de oro regiamente
adornado”
[lengua que bifurca
corazón de tres cavidades]
miméticos el sol viril la luna coronada
comer luchar huir aparearse Cleopatra
¿Cómo se logra?
desenmarañarse arrancarse
destrozar la piel escurrirse de la sombra
¿Cómo se vuelve? cada uno a su especie
a su familia a su patria a su columna
vertebral
[los ofidios escamosos son simétricos
bilaterales dobles gemelos
imitadores]
¿será en la muerte? donde una nube
parece un dragón
una ciudad suspendida
una montaña de doble cima
balanceándose sobre nuestras cabezas.
**
Foto tomada del blog sigamos enamoradas
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
1 comentario:
Irene, la saludo y le agradezco.
Un abrazo.
Mercedes
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