Tres poemas de LILIANA GARCÍA CARRIL
(Buenos Aires, 1951)
La misión de las hijas es seguir viviendo
No fue en invierno
no fue durante un mes
particularmente cruel
y no éramos aves
de naturaleza migratoria:
Nos separamos
para ser mejores
una sin las otras
más enteras.
¿Dónde están ahora?
Lavo ruidosa una taza
y se parte como si fuera
una señal de "estoy aquí".
Ah, es tarde ya:
la mayor tras larga
enfermedad, murió
de pena. ¿Se muere
de otra cosa cuando
una está tan cansada
como ella de nosotras,
pidiéndole y pidiéndole
que fuera otra
de la que era?
***
***
razón de más
El cuerpo toma decisiones
sin consultarme
crujen las rodillas
como si pisara escarabajos
y la cintura parece quebrarse
como una galleta.
De tu boca, en lugar de humedad
y tibieza, fluyen, frías y secas,
razones científicas, sociológicas
y hasta literarias
palabras palabras palabras
puede procurármelas
y bien organizadas
una enciclopedia
y el cuerpo,
¡oh, traicionero!
encuentra alivio en todas las teorías
pero sigue olvidándose de mí.
***
***
Escapé abriéndome paso
por el corredor extenuado
de las piernas a un mundo
lleno de madres ya ocupadas,
ya adoptivas, ya adoptadas.
Lleno de huérfanas, el mundo.
De La mujer de al lado
No hay comentarios:
Publicar un comentario