Algunos poemas más de SUSANA THÉNON
(Buenos Aires, Argentina, 1935-1991)
26
sol menos uno sol
igual a sol
no entiendo
casa
el sombrero
piedra de afilar
no entiendo
otro buen día
y leche (sol) noticia
y bala cerco pan
noticia
qué no entiendo
letra polo desague simontemplar
caballo solución
rueda miseria cavidad (sol)
sol
desventaja
dictador vieja chiste
pregunta
pregunta
sala de estar mueca simposio
clan abrigo sopa suerte
dictador
no entiendo (no entiende)
no puedo (no puede)
entender (no puede entender)
no entiendo
soma hueso
carga
(sol) patio
sol
flor pastilla
navaja carta broche (dos)
cosa
perfil llave
amistad (sol) desván
juego
no entiendo
no
noticia
fila marca tablero dictador
cuerpo sonido
umbral invierno sangre
sol
SOL
menos uno sol
igual a sol
***
AL ATARDECER LAS MUCHACHAS
Al atardecer, las muchachas
salen por el mundo
a pasear su rosa y su desdicha.
El agua les asoma por los ojos
y los pañuelos,
son todas ellas grandes ventanales
de sombra, tiempo y muerte.
Sus manos, como la arena
se mecen, dulces, ásperas,
y por la noche sus vestidos huecos
ciñen fantasmas, peces,
trebolares y espuma.
Todo pueblo tiene sus muchachas,
todo mar y todo valle salvaje:
unas corren bajo los árboles,
otras se sientan a cantar entre las piedras.
Sus voces vibran como serpientes azules,
se entrelazan y suben
y se disuelven como el humo.
Los demonios del agua, las flores engañosas
les ocultan aún
su dichosa muerte inminente:
la fina espada que avanza,
la diminuta estrella colérica.
***
DE CUATRO A CINCO
Nadie me diga el número preciso
de estas cuatro de la tarde.
Es la primera vez en todo el mundo
que este cuatro se forma desde el viento
para la tarde exacta que lo espera
y lo recibe amante y se lo bebe
como un niño entre vides rumorosas.
Enviudece la tarde de su cuatro
y es otra, no la misma que veía:
llega un cinco a salvarla de su duelo,
el primer cinco en toda su existencia.
Allá van, ya se pierden,
nadie sabe.
Seguro, sí, que ya no lo veremos.
Mañana es otra fiesta.
***
AQUÍ
Clávate, deseo,
en mi costado rabioso
y moja tus pupilas
por mi última muerte.
Aquí la sangre,
aquí el beso roto,
aquí la torpe furia de dios
medrando en mis huesos.
***
AQUÍ, AHORA
Sé que en algún lugar
la alegría se desparrama
como el polen
y que hace tiempo
los hombres se yerguen
como jardines definitivos.
Pero yo vivo aquí y ahora,
donde todo es horrible
y tiene dientes
y viejas uñas petrificadas.
Aquí, ahora,
donde el aire
se asfixia
y el miedo es impune.
**
Para leer más de Susana Thénon, aquí
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
2 comentarios:
iuiuiuiuiui
hace un tiempo buscaba textos de ella
gracias
Me alegro; Irene
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