martes, 29 de septiembre de 2009
Señores camarógrafos
Éste es un llamado a la solidaridad. Se ruega a los señores camarógrafos de la TV de cable porteña acabar con los primerísimos planos de perfil a todo señor, señora o señorita que se dirige, al parecer, a los ojos del televidente. Esta ilusión óptica RECONTRAMODELNA ha terminado por fatigar hasta el mismo discurso hispanoparlante de quien nos habla, comenta, informa o perogrullea acerca de lu qui venga, de costado.
Téngase en cuenta, por caridad, que la nariz de cada uno de estos, en general y en particular, presentadores la tenemos ¡ACÁ!; que daríamos unos pesos por ver la verruga o el pelo en la oreja del lado oculto de sus caras, así como el bozo o la raya de rímel pero más que nada ¡la frente, el frontón!, las pupilas titilantes que dicen ser las ventanas del alma de cada cual. Por favor, si así no lo hicieren, porca miseria tuvieren.
Sociedad de fomento "Piu avanti"
A fines de septiembre de 2009
siguen las firmas...
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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