lunes, 23 de noviembre de 2009

El hígado se cansa



Unos pocos poemas de
GABRIELA FRANCO
(Buenos Aires, 1970)

ver morir
pedir oxígeno
que todo haya sido un sueño

el estado de naturaleza
es un atado de vértebras al hombro
***

de las muertes que vienen
elijo no nombrarte
no decirte adiós
no soltar la mano
las palabras

de las muertes elijo
no la de tus ojos
no mis ojos en la muerte
digo no vendrá
***

desarmamos la cama en silencio
como actrices de oficio
como si no hubiera pasado
un año

desde que tendimos las sábanas
(¿sólo aprendemos a fuerza de repetición?
¿veinte años de vida
necesitan veinte años de muerte?
mirar es un instinto
la muerte es un espejo
suspendido en el futuro)

desarmamos la casa
y el aire era uno
uno solo el silencio
único el vacío
***

el hígado cansa
exige sueños de otro día

el hígado cansa
quiere ser león de la selva

el hígado es caldera
hace muecas, mugidos, bate palmas

el hígado es un bufón
cobra entrada, tapia casas

el hígado es un actor de comedia
se cree un tórax

el hígado es un artista
inventa, traduce, procesa

el hígado causa
quiere ser exquisito y se pudre

el hígado cáncer
disputa saberes, sabores, dolores

el hígado pesa
mata alcoholes, verduritas

el hígado quiere ser el corazón
se agranda, oprime el pecho

el hígado muere
no hay discusión entre cándidos y cínicos

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char