domingo, 10 de enero de 2010

Los senderos de las gamuzas




Un mínimo perfil de
LOU ANDREAS-SALOMÉ
(Rusia, 1861-1937)

“No represento ningún principio, sino algo más maravilloso, algo que uno lleva dentro, cálido, que grita de alegría y que pugna por salir.”
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“Doy las gracias a quien tiene el poder de hacerme amar.”
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De su poema dedicado a Nietzsche, "Oración a la vida", escrito antes de conocerlo:

"¿Ya no tienes más dicha que ofrecerme?/ Bien, ¡aún tienes tu sufrimiento!"
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"La sexualidad ha de entenderse como una necesidad puramente fisiológica, como el comer o el beber, una necesidad arraigada en procesos corporales estrictamente vegetativos, una fuerza animal, aunque en el ser humano se añada, en ocasiones, una idealización romántica que puede convertir el sexo en amor, pero donde lo que late en el trasfondo es el deseo de prolongar las sensaciones sexuales. Pero como todos los deseos animales, la sexualidad queda rápidamente satisfecha y exige variación, de forma que esta necesidad termina muriendo por saciedad; además, la repetición del acto sexual con una misma persona disminuye la tolerancia, destruye el encanto y empuja el deseo hacia la búsqueda de otras experiencias eróticas, de forma que la vida amorosa natural se basa en el principio de la infidelidad, para así poder seguir experimentando el elixir de la juventud ." (de El erotismo, L.A.-Salomé)
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"Sigue siendo el narcisismo el punto del que se derivan incluso las elaboraciones más espirituales y universales, él, el nacido del cuerpo, vuelve a tener, aunque de otro modo, un suelo real bajo sus pies: la objetividad es el glorioso fin humano que, en definitiva, le hace señas al narcisismo como desde los sueños de la infancia, en su condición de Eros transformado y puesto al servicio de la investigación o del progreso, del arte o de la cultura." ( de El narcisismo como doble dirección, 1921).
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"En una de mis cartas a Paul Rée desde Tautenburg la del 18 de agosto, ya puede leerse: 'Muy al comienzo de mi relación con Nietzsche le escribí a Maldiwa que éste era una naturaleza religiosa, despertando con ello la más fuerte resistencia de su parte'. Hoy quisiera subrayar doblemente esta expresión. Veremos el día en que se presente como heraldo de una nueva religión, y será entonces una religión que reclute héroes como discípulos. Cuán igual pensamos y sentimos al respeto, y cómo nos quitábamos cabalmente las palabras y los pensamientos de la boca. Literalmente nos matamos hablando estas tres semanas, y lo notable es que, de pronto, él soporta ahora charlar cerca de diez horas al día. Es extraño que con nuestras conversaciones vayamos a dar involuntariamente a los abismos, a aquellos lugares de vértigo a los que alguna vez uno ha llegado trepando solo, para asomarse a las profundidades. Constantemente hemos escogido los senderos de las gamuzas, y si alguien nos hubiese escuchado habría creído que eran dos diablos conversando."
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"Lo primero que hay que enfatizar es la interrogante misma, ya que indagar por la 'conformación' del sujeto implica asumir que ser sujeto es un proceso y no un a priori; esto quiere decir que uno no nace individuo, se va haciendo. Ser sujeto, se logra a través de un desarrollo del yo, lo cual, es una fase que todos compartimos.
Es decir, el desarrollo del individuo se da -primero- por medio de la desintegración con la madre y de una segunda desintegración, esta vez, del mundo.
Al momento de nacer me convierto Uno con todo el universo, no hay fronteras físicas para mí. Aunque, en algún momento de mi infancia me doy cuenta que si existen límites corporales, que poseo una consistencia material, lo cual conlleva a una pérdida de extensión de mi ser. Entonces, la verdadera tragedia del ser nacido no es nacer, sino volverse una individualidad; entonces, ganamos una identidad, un Yo, pero perdemos el todo, el ser universales. Pues bien, el tener límites morfológicos nos hace individuos, pero también, nos hace perder la indivisibilidad con el mundo. Ganamos ser personas, pero perdemos Ser uno con todo. Por tanto, hay un cambio de ontología del Todo al Uno, de lo Universal a lo Particular.
Nuestro Ser, ahora que está separado de todo lo demás ya no es ilimitado; por lo que conformarse Yo entraña tanto pérdida y desgracia, como recompensa y gozo. Pero hay un dato más: de la conformación del Yo surge inmediatamente el Objeto; se entiende entonces que la génesis del Yo como Sujeto implica necesariamente al Objeto, puesto que al diferenciarme del Todo, ahora existe el no-Yo es decir, los objetos.

Efectivamente, Kant tenía razón en decir que la estética trascendental es condición dada por el sujeto; el psicoanálisis llega a la misma conclusión pero por otra vía: los objetos surgen por medio del placer y el displacer, por tanto son un producto del proceso que atraviesa la libido humana, siendo así que dependen absolutamente del sujeto."
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"Narciso -el ser de la leyenda- al posarse en el agua no se vio a sí mismo sino al todo, él era uno con la Naturaleza. Es por esto que él quiso tocarse, pues incluso el agua era parte de su ser. No está consciente de su individualidad y por tanto es víctima de su propia ilusión."
A este proceso, el psicoanálisis y Lou lo llaman acertadamente narcisismo, el cual comienza con la muerte de la integridad y el nacimiento del Sujeto.

Tomado de Lou Andreas-Salomé y la relación con lo divino, por Daniela González Guzzi
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“Tú fuiste la sublime que me bendijo/ y te convertiste en el abismo que me devoró"

Rainer M. Rilke
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"Yo sentía entonces, y hoy lo sé, que precisamente en la infinita realidad que te rodeaba residía para mi el hecho más profundo de aquellos tiempos de entrega, inefablemente buenos y grandes; la experiencia nueva que recogí entonces en cien lugares a la vez se desprendía de la realidad que eras tú. Nunca, en mis tímidos tanteos, había sentido tanto lo existente, había creído tanto en lo presente, ni había intuido tanto lo inminente; tú eras lo contrario de la duda y me dabas testimonio de que todo lo que tocas, lo que alcanzas y lo que miras, es. El mundo perdió para mí su carácter nebuloso, ese fluido hacerse y deshacerse que era el tono y la pobreza de mis primeros versos; las cosas eran, los animales se diferenciaban, las flores vivían; aprendí la sencillez, aprendí, lenta y penosamente, lo sencillo que es todo y maduré hablando de cosas sencillas. Y todo esto ocurrió porque te encontré a ti cuando corría por vez primera el peligro de entregarme a lo abstracto."

(R.M Rilke-Lou Andreas Salomé, Correspondencia, ed. Hesperus)
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...Luego ocurrió la muerte de Lou Andreas Salomé; Freud la había admirado mucho y le tuvo gran afecto; cosa curiosa: sin ningún "vestigio de atracción sexual". La describía como "único lazo real entre Nietzsche y él".
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"El 5 de febrero de este año [1937] la señora Lou Andreas-Salomé falleció en paz en su casita de Gottingen a los setenta y seis años. Durante los últimos veinticinco de su vida esta noble mujer estuvo ligada al psicoanálisis, que practicó y al que aportó valiosos escritos. No exagero si reconozco que todos sentimos como un honor que se uniera a las filas de nuestros colaboradores y compañeros de armas, al mismo tiempo como una renovada garantía a la verdad de las teorías del análisis.
[…] siendo muchacha había establecido una intensa amistad con Friedrich Nietzsche, fundada sobre su profunda comprensión de las atrevidas ideas del filósofo. Esta relación terminó bruscamente cuando ella rechazó la propuesta de matrimonio que él le hizo. También sabíamos que muchos años después había actuado como musa y madre protectora de Rainer Maria Rilke, el gran poeta, quien se hallaba un poco inerme ante la vida. Pero detrás de esto su personalidad permanecía oscura. Su modestia y su discreción eran más que ordinarias. Nunca habló de sus propias obras literarias y poéticas. Claramente sabía dónde hay que buscar en la vida los verdaderos valores. Los que estaban próximos a ella tuvieron la más intensa impresión de la autenticidad y de la armonía de su naturaleza y pudieron descubrir con asombro que todas las fragilidades femeninas y tal vez la mayor parte de las fragilidades humanas le eran ajenas o habían sido dominadas por ella en el curso de su vida.
[…] En 1912 volvió a Viena para iniciarse en el psicoanálisis. Mi hija, que era íntima amiga suya, le oyó una vez lamentarse de no haber conocido el psicoanálisis en su juventud. Pero, después de todo, en aquellos días no existía tal cosa."

Sigmund Freud. Obras Completas, tomo XXIV. Madrid: Losada

2 comentarios:

Daniela G. Guzzi dijo...

Gracias por dar la fuente, felicidades por tu blog. Daniela G. Guzzi

Irene Gruss dijo...

Pero ¡cómo no voy a darla si sos la autora! Gracias a vos; mi saludo, Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char