viernes, 11 de diciembre de 2009

¡Allá voy!


Por razones nada ajenas a mi voluntad,
no daré nuevas entradas durante algunos días, salvo una que otra imagen.
Mientras tanto, los invito a visitar en el blog las que no hayan visto, leído o escuchado hasta ahora. Mi saludo a cada uno, I.G.
PD: va una yapa ¡viejísima!

MOVIMIENTO

Una mujer sola frente al mar
es más majestuosa que él.
Puede pasar una gaviota
augurando muerte
o puede caer el sol humedeciendo
las lonas de las carpas
hasta apagarlas,
pero una mujer
frente al mar
mece su soledad como una dueña
y no se estremece.
La luz
del mar tiene la importancia
y el movimiento de su ánimo, de su alma.
El viento suena alrededor
de la mujer
y la despierta:
ahora se trata de la playa sin luz, una mujer,
el sol caído, el sonido del mar,
carpas levantadas,
el viento que lo da vuelta
todo.

***

1 comentario:

Anónimo dijo...

Irene Gruss es la poeta que me conmueve. No leí toda su obra pero, con Sobre el asma, Solo de contralto y El mundo incompleto me basta. Debería leer las últimas obras. Tiene la maravilla en la palabra, en el ritmo justo que necesita mi emoción.
S.

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char