lunes, 26 de septiembre de 2011

¡Su lu mi lu!

Créd.: Diario El Litoral
HUGO GOLA

(Pilar, provincia de Santa Fe, Argentina, 1927)



"Uno podría decir que escribe un poema tocado por una circunstancia, una imagen, pero también podría decir que uno escribe un poema tocado por los sonidos de otro poema. Un poema se hace de sonidos. El poeta usa las palabras de todos pero las organiza para hacer con ellas otra cosa. En el poema aparecen todas las dimensiones de la palabra: sonido, ritmo, sugerencia. El poema es una concentración que permite la liberación de una energía interior. Esa carga de energías emocionales que la memoria guarda se libera en palabras. El poema multiplica los significados. La palabra no dice lo que dice. ¿Qué dice entonces?"

De El poeta y su trabajo (1980 y 1984, Universidad Autónoma de Puebla, México)
***
Poema sin conocer... 

¿Sin conocer
no puede
el ave
cantar?
¿O sí puede el ave?
Cantar no es
sino
un sol

¿Sabe
el ave
de su sol?

¿Sabe versa
sobre
lo que el ave
cantar
no puede?

Pero igual
el ave
canta
sin saber

¿Qué es
entonces
saber?

Si el ave
sin saber
canta
el río
sin saber ríe
el viento
sin saber
filtra
su suave sonido
entre las
ramas
¿sobre qué versa el saber?
¿Sabe
acaso
el ave
de dónde sube
el sonido?

Voz
sonido
silbo
¿sabe el que aprender?

Pájaro luz sonido
vienen
meneándose
rodando
desde la piedra
desde el silencio solapado
tejido púrpura
rodaja azul
cuarzo
cristal
ojo
aire vibrátil
palma
vórtice
torbellino
remolino de espuma
el pájaro
sabe y no
sabe
suspira apenas
y sale
de él
un sol

Sin saber
sabe
Siembra
su luz
¡su lu mi lu!
sin saber
teje
su urdimbre
el bosque

Le paradis n´est pas artificial
pero
¿quién lo logra?

¿Es este sol
el paraíso?
¿es este trino
el bosque
el ave
el paraíso?
¿y luego
agonía?

¿Fue inútil
toda
la ardua
relojería
de los años
el ascenso de siglos
los signos en el metal
borroso
en la piedra
en la semilla
-chispa guardada en la tumba
para alimento del viaje-
¿fue inútil saber?

Si soplas sobre el viento
si agregas al nudo de aire
tu nota
tu no tan limpia nota
tu nota sola
¿sumarás algo al saber?

¿Un flash
y luego
la agonía?

¿El paraíso
será
sólo
el olor de la menta?
¿y los ojos perdidos
de la vaca?
¿y las orejas
del galgo
siguiendo
el rastro
huidizo
de la liebre?
¿y el relincho
del potrillo
cabalgando apenas
por un pájaro negro?
¿sólo un relámpago
el paraíso
y luego
la mella inevitable
de una hora
de agonía?

El oscuro
saber
del ave
la naranja
que cae
la hierba
que se
inclina
¿bosquejan acaso el paraíso?

Le paradis n´est pas arificiel
es
real
aunque
fugaz
Cruza
apenas
el aire
como la frágil mano
que atraviesa
la llama
¿y después?
¿una hora de agonía?

Saber versa paradis
paradis saber versa
mellado flash saber
saber relámpago paraíso

El ave
avala
el paraíso
sin saber
y tú
que manipulas
monedas
que degradas
tu ojo
que desquicias
tu lengua
que tanto
discurres y
acumulas
que rentas
ruedas
rumias
que sin descanso
recorres
tierra y mar
para
aumentar
no se sabe qué
¿o se sabe?
no logras
saber
lo que el
ave
sabe
al cantar

Pierde su sitio
y
ya no aprende
el hombre

Sin espacio
no puede
el alma
sin su espacio
no puede
sin su espacio
alma
ni cuerpo
pueden

Mas el ave
no pierde
ni la piedra
pierde
ni pierde
el caballo
ni la abeja
relincho gravedad silbo zumbido
¿sólo tú
pierdes
entonces?

No hay comentarios:

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char