sábado, 10 de julio de 2010

No tengo nada que decir y lo estoy diciendo

JOHN CAGE

(EE.UU., 1912-1992)

"La dificultad que nos presenta el lenguaje es que separa a la gente."
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"No tengo nada que decir y lo estoy diciendo, y eso es poesía."

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Debo encontrar la manera de que la gente se haga libre sin que se vuelva tonta. De modo que la libertad los ennoblezca. ¿Cómo hacerlo? Esta es la cuestión. Lo sea o no (es decir, independientemente de sí lo que voy a hacer responderá a la situación), mis problemas se han vuelto más sociales que musicales. ¿Se refería a eso Sri Ramakrishna cuando le decía al discípulo que le preguntaba si debía abandonar la música y seguirle: "De ningún modo. Sigue siendo músico. ¿La música es un medio rápido de transporte a la vida eterna?". Y en la conferencia que di en Illinois añadí: 'A la vida, punto'.

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"La música nunca ha existido como una entidad separada excepto en la imaginación de los músicos profesionales. Siempre se ha abierto a la naturaleza, incluso cuando ha sido estructurada en la dirección opuesta. El problema consistía en que la gente ponía toda su atención en su construcción. Hoy día podemos diversificar nuestra atención, y la construcción ya no esconde la ecología."
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"... Si no tuvieramos este poder, estaríamos sumergidos y ahogados bajo aquellas avalanchas de objetos rigurosamente identicos. No debe haber costumbre y hábito en un mundo en proceso de devenir. La función del arte en el presente es preservarnos de todas las minimizaciones lógicas que estamos tentados en aplicar al flujo de eventos cotidianos. De acercarnos al proceso que es el mundo en que vivimos."
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Para Cage, en un "proceso musical" el compositor no debe intentar interferir con los sonidos:

"Ellos existen, y yo estoy interesado en que ellos estan ahí, y no en la voluntad del compositor. En un proceso musical no existe un "entendimiento correcto" y consecuentemente no puede haber ningún malentendido con respecto a la comprensión de este proceso. Entonces, un objeto musical (es decir una obra musical) por sí mismo es un mal entendido, y los sonidos no controlados por el compositor; en cambio, no se preocupan si hacen sentido o si van en la dirección correcta. Ellos no necesitan esa dirección o no dirección para "ser" ellos mismos. Ellos simplemente "son", y eso es suficientemente bueno para ellos y para mí también."
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"Tenemos una tendencia por olvidar el espacio que hay entre las cosas. Nos movemos a través de él para establecer nuestras relaciones y conecciones, creyendo que podemos pasar instantáneamente de un sonido al próximo, de un pensamiento al próximo. En realidad, nos caemos, y ni siquiera nos damos cuenta. Nosotros vivimos, pero vivir significa cruzar a través del mundo de las relaciones o representaciones. Sin embargo, nunca nos vemos en el acto de cruzar ese mundo, ¡y nunca hacemos otra cosa que eso!"
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"La poesia aparece tan pronto nos damos cuenta de que poseemos 'la nada'."
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Fragmentos de un manifiesto leído por Cage en 1937

Donde quiera que estemos lo que oímos más frecuentemente es ruido. Cuando lo ignoramos no molesta. Cuando lo escuchamos lo encontramos fascinante. El sonido de un camión a 50 millas por hora. La estática entre emisoras. La lluvia. Queremos capturar y controlar estos sonidos, y usarlos no como efectos sonoros sino como instrumentos musicales. Todo estudio cinematográfico tiene una biblioteca de “efectos sonoros” grabados en cinta. Con un fonógrafo de cinta ahora es posible controlar la amplitud y la frecuencia de cada uno de estos sonidos y darles ritmo dentro o mas allá del alcance de la imaginación. Con cuatro fonógrafos de cinta podemos componer e interpretar un cuarteto para motor de explosión, viento, latido del corazón y corrimiento de tierras.
(…)
La música que prefiero, incluso más que la mía, es la que escuchamos cuando estamos en silencio.
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Fue después de llegar a Boston cuando fui a la cámara anecoica de la universidad de Harvard. Todo el mundo que me conoce conoce esa historia. La explico continuamente. En cualquier caso, en aquella habitación silenciosa, escuché dos sonidos, uno agudo y otro grave. Después le pregunté al ingeniero responsable por qué, siendo la habitación tan silenciosa, había escuchado dos sonidos. Me dijo: "Descríbalos". Me dijo: "El agudo era el funcionamiento de su sistema nervioso. El grave era la circulación de su sangre".

De Escritos al oído
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Tomados de silencioyrizomaseminariopaloma2009.blogspot.com.
Foto y más textos, de http://elsitiodeltopo.com.ar

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char