VALERIO MAGRELLI
(Roma, Italia, 1957)
"¿Dónde está la vida que hemos perdido con la vida?/ ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento?/ ¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido con la información?"
T.S. Eliot
**
TITULARES
Son las espinas
para arrancar la lana,
las astillas para deshacerse de la red,
pretextos para atraer
la atención textil
del lector, trampas.
cepos, y en tanto el ojo
ya ha caído
en el engaño de la nota.
TITOLI
Sono le spine/ per strappare la lana,/ le schegge per tirare via la maglia,/ pretesti per attrarre/ l’attenzione tessile/ del lectore, trabocchetti,/ tagliole, e intanto l’occhio/ è già caduto/ nella pania del pezzo.
***
CÓDIGO DE BARRAS
Honremos al altísimo estandarte
que flamea sobre el reino de la cosa
el alma criptográfica del precio
rosa del nombre y nombre de la rosa
mazo de estelas, ramo
de tendones y venas
-pulso
para auscultar
el latido del dinero.
CODICE A BARRE
Onoriamo l’altissimo vessillo/ che sventola sul regno della cosa/ l’anima crittografica del prezzo/ rosa del nome e nome della rosa/ mazzo di steli, fascio/ di tendini e di vene/ - polso/ per auscultare/ il battito del soldo.
***
REBUS
Es un mundo sin tiempo
y sin viento.
Todo está quieto
y fatigosamente significa.
Enorme es el cansancio del significar
en esta cantera del sentido.
Cada palabra es un arrecife
de letras y figuras.
Todo pesa.
Tomado de Epígrafes para la lectura de un diario, Bajo la luna, 2008, traducción Guillermo Piro.
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jueves, 26 de febrero de 2015
jueves, 28 de febrero de 2013
Parece una mejilla
![]() |
(Roma, Italia, 1957)
La playa, los maderos podridos, las cubiertas...
La playa, los maderos podridos, las cubiertas
hinchadas, las botellas, esas cosas
corrompidas y rotas, todo esto
me es querido,
lo que se queda al margen,
negado, sin propósito,
lo que ninguno roba,
lo que sobra.
En abril, la brisa
vuelve a tener un poco de tibieza.
Parece una mejilla.
La spiaggia, il legno fradicio, i copertoni... La spiaggia, il legno fradicio, i copertoni / gonfi e le bottiglie, cose / guaste e corrotte, tutto questo / mi è caro, ciò che resta astenuto, / rimesso, senza scopo, / ciò che nessuno ruba, / ciò che avanza. / D'aprile / l'aria si fa appena calda. / Pare una guancia.
Versión s/d
***
MIRANDO LOS RESTOS DE UN CASETE
EN LA PAUSA DE UN VIAJE DE VERANO
Una antigua leyenda cuenta que el rey Midas
persiguió mucho tiempo al sabio Sileno, partidario de Dionisos,
sin lograr atraparlo. Cuando por fin lo tuvo entre sus manos,
el rey le preguntó cuál era la suerte mejor
y más deseable para el hombre.
F. NIETZSCHEen el caos y en el dolor,
cuando de improviso me llegó tu voz
mientras subías las escaleras.
Entonces, pegado a la mirilla de la puerta,
desde adentro, esperé
para verte aparecer distorsionada,
pupila y pescadito,
perdida en el acuario de la lente.
Y mientras todo se derrumba sin sentido,
tú subes las escaleras como si me dijeras:
«Vive por mí». Vuelves del vóleibol,
pero en la mochila me traes el antídoto,
tú misma, ampolla, antídoto del mal.
***
Al borde de la autopista oscila
y brilla oscura la cabellera
de una cinta magnética.
Todos los autos que pasan cerca la acarician
con el viento de los neumáticos
peinándola despacio contra la baranda de protección.
Una medusa muda que las ondas
empujan hacia la orilla fluctuando,
objeto canoro muerto, alga de nostalgia.
Si miro fijo ese fetiche musical,
una esponja desecada de voces,
es para preguntarme
dónde puede evaporarse un sonido,
qué nube futura detendrá sus notas
para preparar, mañana,
la lluvia.
Versiones de Martha Canfield
martes, 9 de octubre de 2012
Carroña ya sin carne
![]() |
Tomada de taringa.net |
(Roma, Italia, 1957)
ECONOMÍA
Ahora hablan los números,
hay poco de qué reírse.
Esta especie de horario ferroviario
habla de convoys que se van
lejos. También de vagones blindados,
si fuera menester, por eso
ponte a un lado
y saludando con la mano sonríe
mientras pasan.
Ahora Sherezade ya no puede hacer nada.
***
SANTO
Ese nombre que acompaña
el día del diario trae
el recuerdo de un cuerpo desgarrado.
Siempre hay un obispo, un mártir o una virgen
que tiñe de sangre sacra el fruto de las
rotativas –no olivas
sino tinta bajo la prensa.
***
PRECIO
Inscripto en el frente del templo,
se despliega en liras y en amplios
frisos de moneda extranjera. Imprenta por imprenta, el papel moneda
sirve para comprar una moneda-papel
cuyo valor mágico vence en veinticuatro horas,
cuando a la medianoche el flamante
vagón de las ultimísimas vuelve
calabaza, noticia averiada,
dinero fuera de curso, papel de desecho,
carcasa de la crónica,
carroña ya sin carne.
**
De Epígrafes para la lectura de un diario, bajo la luna
Traducción de Guillermo Piro
jueves, 30 de agosto de 2012
Amo los gestos imprecisos
![]() |
Tomada de poetassigloveintiuno.blogspot.com |
(Roma, Italia, 1957)
No hallo ninguna piedra que arrojar
a este lago. Es cierto que de noche
es más difícil buscarlas en la playa
pero casi todo el día
transcurre en pesca y diversión:
y sólo ahora estoy en calma.
Por eso, al fin, es bello hacer brotar
aros líquidos, en la oscuridad
verlos desaparecer templando
en silencio su ritmo:
imaginar la lenta caída
de la piedra en el fondo
hasta depositarse entre las algas
como una hoja, o como una palabra
abandonada en el agua.
***
Hoja blanca como la córnea de un ojo.
Y me apresto a bordar allí
un iris y en el iris a grabar
el hondo remolino de la retina.
De este modo la mirada
germinará desde la página
y se iniciará un vértigo
en este cuadernito amarillo.
***
La puerta se cierra modulando
en los goznes el sonido de un corno.
Es el canto solitario de la noche
la armonía que yacía ignorada en la madera.
Y cualquiera al pasar provoca
la música sepulta, que siempre
asoma desigual.
Tal vez un lenguaje le gobierna
términos y medidas,
tal vez el azar.
Así el discreto dibujo de la herrumbre
y del agua narra la secreta epopeya de la borda.
***
El criminal
He infectado a mis hijos
transmitiéndoles la vida.
Para tolerarla, la he diseminado,
creando aquello de lo que huía,
arrojando sobre pobres inocentes
la carga que yo no podía llevar.
Para poder sobrevivir
se los di a la luz, a la picota.
Estafeta de la infamia:
he repartido la carga,
he reproducido sherpas.
***
Al frente
Caminamos por la nieve fría
ahora,
ahora patinamos pero
doblar
en esta nube de luz y de aire
frío
pero doblar es difícil
doblar.
Versiones de Guillermo Fernández
***
Que la materia...
Que la materia provoque el contagio
si tocada en sus fibras últimas
seccionada como el ternero de la madre
como el cerdo del propio corazón
chillando al ver sus miembros extirpados;
Que tal tormento genere
la misma energía que arde
cuando la sociedad se lacera, sacro velo del templo
y la cabeza del rey cae separada del cuerpo del estado
a fin de que el taumaturgo se vuelva la herida;
Que el abrazo del horno sea radiación
ruego de la naturaleza que se disgrega
inerme ante la sonrisa de los circunstantes
para brindar un levísimo aumento
de la temperatura ambiental;
Que la forma de cada producción
implique fractura, escisión, un adiós
y la historia sea el acto de la combustión
y la Tierra una tierna pila de maderas
puesta a secarse al sol,
es increíble, ¿no?
***
Si para llamarte debo marcar un número...
Si para llamarte debo marcar un número,
te transformas en número,
dispones los rasgos
en la combinación a la que respondes.
El tres que se repite,
el nueve en tercer lugar,
indican algo de tu rostro,
Cuando te llamo
debo dibujar tu figura,
debo hacer nacer las siete cifras
análogas a tu nombre
hasta que se entreabre la caja
fuerte de la viva voz.
De golpe, mientras estoy hablando,
la interferencia altera el diálogo,
lo multiplica, abre una perspectiva
dentro del espacio oscuro
del oído.
Me veo vertical, sonámbulo,
en equilibrio sobre una fuga de voces
gemelas, enlazadas una a la otra,
sorprendidas en su contacto,
Oigo la lengua de la bestia ctonia,
la hórrida trenza de palabras, frases, el monstruo
policéfalo y deforme que me llama
desde la profundidad.
Versiones de Jorge Aulicino
***
Amo los gestos imprecisos...
Amo los gestos imprecisos,
un hombre que tropieza, aquel
que hace chocar el vaso,
ese que no recuerda,
el distraído, el centinela
que no es capaz de detener el breve
palpitar de los párpados,
me son queridos porque veo en ellos
el temblor,
el tintineo familiar
del mecanismo roto.
Calla el objeto, intacto,
sin voz sólo le queda el movimiento.
Aquí, en cambio, ha fallado el artefacto,
el papel de las partes: se separa
una pieza, se anuncia.
Adentro,
algo baila.
***
El abrazo
Dormida tú a mi lado, yo me inclino
y cerca de tu rostro me adormezco
como una vela que recibe
la llama de otra vela.
Y las dos lucecitas permanecen
mientras el fuego pasa y sueña el sueño.
Mas mientras sueña vibra
en el subsuelo la caldera.
Arde allá abajo una naturaleza
fósil, allá en el fondo
arde la Prehistoria:
turbas muertas, sepultas, fermentadas
llamean dentro del termosifón.
En una oscura aureola de petróleo
nuestro cuarto es un nido calentado
por residuos orgánicos, hogueras,
putrefacciones... Y nosotros,
somos, bujías, las dos lenguas
de esa única antorcha paleozoica.
Versiones de Pablo Anadón
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char