domingo, 30 de mayo de 2010
Silencio al fondo
ALEJANDRO SCHMIDT
(Villa María, Provincia de Córdoba, Argentina, 1955)
Pero por qué no estudiaste
No fuiste a trabajar
A robarles cada pequeña-grande cosa
A los demás?
Estaba distraído
Había tanto para ver
Personas interesantes
Cielos, cielos
Ahora he armado
Estos huesos de aire
Ando con ellos
Por el mundo
Atento y preocupado.
***
silencio al fondo
con pocas palabras
puede escribirse todo
pero al escribir todo
algo se borra
lo comprendemos por
el vacío que aparece
y su tajo
donde
-como una mano que
saluda al ausente-
hundimos la lengua.
***
Los que se van temprano
a María Teresa Andruetto
Como quien deja la silla por un rato
abre la puerta que ya nadie cierra
y contemplamos allí
de su alma el apodo
así
los que se van temprano
nos ofenden en
no sabemos qué
como quien trajera
el olvido de nosotros
y regresara
de a ratos
para siempre.
***
Esquina del universo
para plantar un fresno
hicieron un pozo
en la esquina donde está mi casa
pasaron las nubes del verano
los rastros de mayo
y el pozo fue cubriéndose
de sustancias innobles
plástico, grandes huesos
un poco de cemento, latas
estas noches
en que no duermo
oigo
murmullos terribles
silencio, insectos
salir del pozo hacia otra negritud
quizás
ésta sea la esquina del universo
y el hueco llegue
hasta el ojo de fuego
de la Tierra
acaso
los muchachos regresando del baile
la vecina y sus bolsas
los obreros en su veloz agobio
arrojen también allí
un azar de reconcentrada materia espiritual
y permanezca yo
insomne todavía
entre una calle y otra del universo
oyendo secretos ruidos
y
los rápidos pasos del amanecer.
***
El resto es literatura
Tuve tres bibliotecas
vendí una para casarme de apuro
otra para comer
a la tercera se la llevó
el fuego de confiar en las palabras
a vacíos estantes subo
y me cubro de cenizas.
***
Si cantaremos en lo oscuro
siempre preguntamos si la rosa es así
o está cumplida la Tierra de su sombra
el alba en su cabeza
la memoria de unos ojos
tras la disciplina del muro
y si cantaremos en lo oscuro
los pasos del verdugo
o encontraremos
aquella lámpara
una boca del cielo
otras palabras...
pero rosa y amor son así
presencia
fuego del amparo
lluvia y demora
en la quietud del rayo
hay respuestas en la Tierra
y al fin
cuando todo se cumple
una raíz
que justifica
la flor
su abismo
esta miseria.
***
Luz mejor
Hay luz en esa casa donde vivió mi madre
sin nosotros
una luz mejor
que se derrama casi
hasta la calle
paso otra vez
un puente es la noche
los árboles
paso a ver
si algo ha quedado
de mamá.
***
Lengua materna
Lo que dice mi madre
¿puedo decir?
¿la digo a ella en mí?
O debo
para decir
algo mío
de mí
arrancar todo el silencio
de la boca
de mamá.
***
24 de marzo de 1976
Yo estaba en una pensión en Tablada al 40
yo dormía
yo me levanté a las 4 de la mañana
y encendí la radio
yo escuché: comunicado número tanto
y una música maravillosa
me quedé quieto
atento al orden de los comunicados
a esa voz de la patria.
A las 6 se fueron levantando los compañeros
yo me asomé al balcón
un colimba me miró desde la esquina
se veían tanques en el puente
yo miré para otro lado
al Mercado, a los camiones
yo no tuve miedo
yo no hice nada
ni entonces, ni después
yo no era nadie
yo vivía colado ahí
los muchachos trabajaban en el Mercado
yo leía a Gurdjieff
yo vendía la guía de Córdoba
en la Cañada
yo andaba pelado y descalzo
yo tenía un suegro militar
yo tenía 21 años
yo tenía un bolso y un cepillo
yo tenía todo el fracaso que llegó
yo tenía que ir hacia la nada
y allí fui.
**
Foto: tomada de romanticismo alemán, uno de sus blogs.
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
7 comentarios:
Qué grande, Schmidt. Gracias Irene por traerlo.
Sí, es uno de los grandes. Gracias, Griselda; Irene
impresionante poeta, un gusto. gracias Irene! mi saludo
Gracias, huggh; salute, Irene
La palabra de Alejandro, para destajarNos lalengua y despojarnos de todo artificio aurítico... La poesía de Alejandro, barrosaMente incendiaria... Gracias, Irene, por este Goce! Mis besos desde la provincia de Santa Fe!
Muy buena selección de Schmidt. Gracias, Irene. Saludos.
¡Gracias, gente!; Irene
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