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CLAUDIA EMERSON
(EE.UU., 1957)
Marco
Casi todas las cosas que fabricaste para mí
–la mesita de cama, la mecedora, la manta-
se las di a los amigos para que las usaran
para que no me recordaran
las horas que perdiste haciéndolas,
los eternos acabados.
Pero conservé el espejo, quizá porque,
como todos los espejos, la mayor parte del tiempo
son invisibles, parte de un muro o aparecen
por reflejos –inofensivos- porque los reflejos
después de todo, cambian. Ahí lo colgué
al frente, en el corredor oscuro de esta casa
que ya nunca verás; de modo que aumentará
la débil luz convirtiéndose en una
pequeña ventana al revés. Nadie se para
ante él. Esta mañana, sin embargo, al ponerme
el abrigo y alisarme el pelo, vi sobre mi cara
su marco, admirando por primera vez
la forma como el cerezo
que cortaste y puliste tú mismo
había oscurecido,
justo como dijiste.
Traducción: Salvador Mayorga
3 comentarios:
Las pérdidas, los abandonos, las separaciones, vistas a través de los objetos y la imagen contundente del marco del espejo. Extraordinario poema de una poeta completamente desconocida para nosotros, no? Gracias, Irene.
Gracias por pasar, Marcelo, Irene
me fascinó este poema.Gracias.
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