domingo, 8 de marzo de 2009

Salud y pesetas

Éste es un saludo especial por el haber obtenido uno de los primeros y grandes pasos en pro (perdón por la palabra, si falto el respeto a alguno) de que la Ley de pensión del escritor sea un hecho.

A pesar de que el detalle (o letra chica, al fin) diga que la ley cubriría y contemplaría el apoyo sólo a "los creadores literarios de más de 60 años de edad, residentes por un mínimo de 15 años en la Capital Federal, que no cuenten con una jubilación o protección al llegar a su edad mayor (el subrayado es mío), luego de haber contribuido al patrimonio artístico de la Ciudad a través de sus obras".

Otra palabra que me da pavura, porque es a priori, es "conquista": el comunicado agrega que tras la votación, teniendo en cuenta la abstención de los legisladores del PRO y la posibilidad de que el jefe de Gobierno porteño decida vetar la ley, expresaron su claro apoyo y le advirtieron al Ejecutivo sobre la justicia y carácter necesario de la Pensión, los legisladores Juan Manuel Olmos, Inés Urdapilleta, Juan Cabandié, Diana Mafia, Facundo Di Filippo, Alejandro Rabinovich, Patricia Walsh, Gerardo Romagnoli, Eduardo Epsztein y Enrique Olivera.

"La sanción del Reconocimiento a la Actividad Literaria corona una lucha de varios años de la SEA, apoyada por el conjunto de los escritores de la ciudad y de todo el país", agrega el comunicado.

Cómo no coincidir en que "la organización gremial y la unidad son el mejor camino para lograr los objetivos". Aun así, creo que palabras como conquista, corona y/o victoria, etc., me parecen un poco apresuradas y, al mismo tiempo, ¿por qué no la recreación y renovación de lo que éstas denotaban y connotaban antes de que algunos, dopo genocidio de facto, aplicaron el vocablo "derrota"?

Posiblemente se dirá que "sólo es una cuestión de formas", y es cierto, pero no hablo sólo de cambiar y/o ampliar el vocabulario. Creo que traspasando su limitación, con cuánta más unidad, calidad y cantidad contaríamos.

El patrimonio artístico de la Ciudad y del país entero proviene de las personas que lo crean. Pienso que la intención primaria de cualquier artista se inclina, en este caso sobre un escritorio, a ser sólo patrimonio de lo que "construye", si ésa es la palabra. El país o el mundo entero, incluidas las editoriales que hacen usufructo mediante contratos leoninos, tienen o gozan de sus obras, y el artista... debe comer. Para alimentarse como cualquier persona, ergo para poder crear.

Es más que digna, entonces, aunque acotada, esta resolución aprobada por el Congreso Nacional.
Va mi saludo a los que han puesto el cuerpo mucho más que otros, entre los que me incluyo, Irene Gruss

1 comentario:

hugo luna dijo...

festejo el logro... aquí en entre ríos la pensión es otorgada en tanto se obtenga el premio fray mocho - cuya última edición ha sido algo escandalosa... ver diarios al respecto- más pasa el tiempo, más se desprestigia... en fin... saludos con felicitaciones para quienes la pelearon, h

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char