jueves, 21 de febrero de 2013

Ni siquiera conozco mi nombre

Tomada de autoresdeconcordia.com.ar

ALEJANDRA DELGADO
(Villa de Leales, Tucumán, 1967. Desde 1991 reside en Concordia, Entre Ríos, Argentina)

Canto

Canto
para mí misma
los ojos cerrados
bajo el sol
y envuelta
en el perfume
de los azahares

no sé qué hora es
y no sé quién
barrerá las hojas

ni siquiera
conozco mi nombre
aquí entre la hierba.
***
REGALOS
                   a mi tío José Delgado

Libros
y flores
me traías

los paseos
largos
hasta el río
me traías

los perritos
huérfanos
trocitos
de madera
de oriente
piedritas blancas
caracoles microscópicos
robados a un amigo
me traías

me traías
las historias
de la ciudad
que volaban
de tus labios
como gorriones alborotados

me traías
minúsculas
cajas de fósforo
vacías
figuritas de mariposas
semillas de toda clase
me traías

hasta que un día
el tren
ya no te trajo
y empezó a llegar
así
siempre vacío.
***
FINAL DE FIESTA

Las flores
del jarrón
inclinan ya
el tallo
hasta tocar
los vasos
abandonados
al azar
entre las fuentes
de plata

queda
apenas
una luz
tenue
sobre el mantel
de hilo
blanco.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char