martes, 13 de octubre de 2015

Un pincel que dice no hay redención con brutales pinceladas

JUANA BIGNOZZI
(Buenos Aires, Argentina, 1937-2015)

Castigo de los pecadores en la Annunziata

qué pecadores Andrea qué pecadores
sólo unos monjes señalando
sí el dedo que apunta que señala suele ser terrible
pero sólo es eso
para un pecador que enfrentó la condena
es casi una gracia
ellos se van al viento a las hojas caídas
el lejano camino de los expulsados
ustedes ¿adónde?
todavía en su vida los colores son muy suaves
pero están solos en la ventolera como ellos
que para colmo no tienen castigo
y atrás alguien sigue arando
**
De Kooning
Mujeres

usted se fue a una de las pocas metrópolis del mundo
pero la sombra del alma calvinista
aun en medio de la fiesta de la carne y del color
lo mantuvo estricto y excedido
un pincel que dice no hay redención
con brutales pinceladas
y transforma a las que deberían ser dulces muchachas
en mujeres terribles y devoradoras con caballunos dientes
nos hacen apartar la mirada
pero vuelven a llamarnos para siempre
porque las pintó de rosa de naranja y salpicó verde
en ciertas partes del cuerpo
las devoradoras
terminan en una fiesta del color
donde a nadie le importa ser humillado o mordido
sino sólo participar.

Tomados de poetaguru.blogspot.com.ar

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char