sábado, 17 de noviembre de 2012

Advierto que soy todo un pueblo

Un poema del nuevo libro de 
MIRTA ROSENBERG
(Rosario, Santa Fe, Argentina, 1951)



Dichosa aquella, Witold Gombrowicz,

que en el mes diez
cumple sesenta
el día siete
y se alegra de haber llegado
y de poder hacer la cuenta.

Es el Día del Perdón,
buena ocasión
para que toda mi familia judía
me ofrezca absolución
porque jamás les hice nada
ni pedí. Aquí 
sentada con mi propio Libro de Números,
largo y asimétrico como el húmero,
ni levita ni coanita,
advierto que soy todo un pueblo
si tengo en cuenta el dolor, mis lecturas aplicadas
y yo. El resultado de censar mi vida
trae esta frase pulida,
y Gombrowicz tiene razón:
“No hay horror que no consiga amor”.
No, no hay, y ¡ay!
tampoco hay nada mejor.

Sentarse y aun a oscuras
proseguir con la lectura.

**
De 
El paisaje interior, bajo la luna editorial, 2012 


En librerías desde el 26/11

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char