martes, 21 de mayo de 2013
¿Jamás sabremos nunca?
RODOLFO ENRIQUE FOGWILL
(Buenos Aires, Argentina, 1941-2010)
MÍNIMA VOZ
El hueco de una sombra
se ahonda
y grave, crece
como la voz, que crece
y grave, cree
su oración
a nada.
***
sobre el instante
clic
de la luz
del intervalo
que revela
su oscuridad.
***
PREGUNTAS
Allí en la sílaba que se despierta:
aquí, detrás, delante-antes de mi pasado
¿dónde estaré en la voz?
¿dónde preguntas "dónde estaré en la voz"?
¿dónde vos, material?
¿dónde la voz?
¿y qué la voz?
¿y qué la flotación del mundo?
***
¿Jamás sabremos nunca?
¿nunca más
intentaremos responder?
¿y nadaremos siempre
en nuestro todo
sin saber nada
sin poder nada
sin querer nada
puro nadar,
nosotros?
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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