viernes, 21 de julio de 2017

Como un muerto no tuve más que un solo elemento

Paul Éluard

(Seudónimo de Eugène Grindel; Saint-Denis, Francia, 1895 - Charenton-le-Pont,  id.,1952)

Para vivir aquí

Hice un fuego, lo azul me había abandonado,
Un fuego para ser su amigo,
Un fuego para entrar en la noche invernal,
Para vivir mejor.

Y le di todo aquello que el día me hubo dado:
Los bosques, los zarzales, los trigales, las viñas,
Los nidos y sus pájaros, las casas y sus llaves,
Los insectos, las flores, los armiños, las fiestas.

Viví con el rumor de las llamas crujientes.
Con el perfume de su ardor;
Yo como un barco iba por el agua prohibida,
Como un muerto no tuve más que un solo elemento.

(Pour vivre ici, 1918.) 
Poesía francesa del siglo XX traducida por Raúl Gustavo Aguirre / Poetas franceses contemporáneos (De Baudelaire a nuestros días)
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char