martes, 13 de marzo de 2018

Es insensato lamentarse

CHARLOTTE BRONTË

(Inglaterra, 1816-1855)

VIDA

La vida, creo, no es un sueño
Tan oscuro como dicen los sabios;
A menudo un poco de lluvia de la mañana
Anuncia un día agradable.
A veces hay nubes de tristeza,
Pero son transitorias todas;
Si la lluvia hará florecer las rosas,
Oh ¿por qué lamentar su caída?

Rápidamente, alegremente,
Horas soleadas de la vida revolotean,
Agradecidamente, alegremente,
¡Disfrútalas mientras vuelan!

¿Qué importa si la Muerte a veces nos sigue
Y nos llama nuestra Mejor?
¿Qué importa si el dolor parece ganar,
O hace de la esperanza, una influencia pesada?
Sin embargo, la esperanza es nuevamente primavera elástica,
Inconquistada, aunque ella terminó;
Todavía flotantes son sus alas de oro,
Todavía fuertes para que nos sostengan también.
Valientemente, sin miedo,
Soportan el día de la prueba,
Para que gloriosamente, victoriosamente,
¡Puedan con valentía dominar la desesperación!
**
Partida

Es insensato lamentarse,
Aunque estemos condenados a partir:
Lo único sensato es recibir
El recuerdo de alguien en el corazón:

Se puede habitar en los pensamientos
Que nosotros mismos hemos cultivado,
Y rugir con desprecio y coraje ultrajado
Que el mundo haga su peor parte.

No dejaremos que sus locuras nos atribulen,
Como de quien viene los tomaremos;
Y al final de cada día encontraremos
Una risa alegre como hogar.
***
ANNE BRONTË
Foto: notasdeunjuglar.com

(Inglaterra, 1820, 1849)

VERSOS COMPUESTOS EN EL BOSQUE EN UN DÍA TEMPESTUOSO

Mi alma está despierta, mi espíritu se yergue
Y es llevado a lo alto en las alas de la brisa;
Por encima y alrededor de mí, el viento salvaje está rugiendo,
Despertando para arrebatar la tierra y los mares.

La hierba alta se marchitó bajo la mirada del sol ,
Los árboles desnudos lanzan sus ramas a lo alto;
Las hojas muertas, debajo de ellos, están bailando alegremente,
Las nubes blancas se deslizan por el cielo azul.

Me gustaría ver cómo el océano está azotando
La espuma de sus olas en torbellinos de espuma;
Me gustaría ver cómo las olas orgullosas están corriendo,
Y ¡oír el rugido salvaje de su trueno hoy!
Traducción Literal del Inglés por: Juan Diego Amoroz E. ®
 Dover Thrift Editions.
Cuando dejemos a cada amigo y hermano,
Cuando lejos estemos separados,
Pensaremos uno en el otro,
Incluso mejor de lo que fuimos.

Cada vista gloriosa encima de nosotros,
Cada vista agradable debajo,
Nos uniremos con los que nos han dejado,
Con quienes, incluso en la muerte, todavía amamos.

Al ocaso, cuando nos sentemos
en soledad cerca del fuego,
El corazón cálido y sincero
Recibirá el mismo pago.

Podemos quemar las obligaciones que nos encadenan,
Urdidas por frías manos humanas,
Allí donde nadie se atreve a desafiarnos
Podemos, en el pensamiento, encontrarnos.

Por eso el llanto es insensato,
Sostén como puedas un espíritu alegre;
Y nunca dudes que el Destino ofrece
Un futuro grato por el dolor presente.
**
PASIÓN

Algunos han ganado un placer salvaje,
Por arriesgarse a un dolor más salvaje,
Podría yo esta noche ganar tu amor
Y sufrir mañana el peligro de la muerte.

Podría ganar la lucha de la batalla,
Una cierta mirada de tu ojo.
¡Cómo este corazón marchito ardería,
La lucha fuerte por intentarlo!

Bienvenidas las noches de sueños rotos,
Y los días de fría matanza.
¿Podría yo considerar que llorarías
Al oír mis peligros relatados?

Dime si con errantes peregrinos
Deambulo lejos de todo,
¿Vagas tú por aquellos paisajes distantes
Sin extraviar tu espíritu?

Salvaje, largamente, una trompeta suena lejos,
Déjame, déjame ir,
Donde el Sheik y el Británico se encuentran en guerra,
Sobre el flujo del Sutlej indio.

La sangre ha teñido las olas del Sutlej
Con manchas escarlatas, lo sé;
Los límites del Indus se cubren de tumbas,
¡Sin embargo, ordéname ir!

Aunque el rango y lo alto el holocausto
De las naciones, sube al cielo,
Con placer me sumaría a las huestes muertas,
Si la orden me fuese dada.

La fuerza de la pasión debería templar mi brazo,
Su ardor agita mi vida,
Hasta la fuerza humana para ese encanto terrible
Debería sucumbir y caer en alarma salvaje,
Como árboles en lucha contra la tempestad.

Si yo, excitada por la guerra, buscase tu amor
¿Te atreverías a estar a mi lado?
¿Te atreverías, entonces, a reprobar mi pasión,
Por desprecio, y orgullo enloquecedor?

No, mi voluntad sometería el control
De tu voluntad, tan alta y libre,
Y el amor domaría ese alma altiva.
Si, el amor más tierno para mí.

Leeré mi triunfo en tus ojos,
Contemplando, y probando el cambio;
Luego dejaré, indiferente, mi noble premio
Una vez más en manos al alcance.

Moriría cuando toda la espuma se alce,
El vino brillante resplandezca alto;
Sin esperar hasta que en la exhausta copa
Lo aburrido de la vida haga sólo mentiras.

Entonces el Amor será coronado con dulce recompensa,
Bendecida la esperanza con gran plenitud,
¡Desearía montar el corcel, desenvainar la espada,
Y perecer en la embestida!
***
EMILY BRONTË

(Inglaterra, 1818-1848)

A la imaginación

Cuando agotados de la extensa jornada,
Y del terrenal cambio del dolor por el dolor,
Perdida, dispuesta a la desesperación,
Tu cálida voz me convoca de nuevo;
Mi sincero amigo, nunca estoy sola
Si tu presencia y ese tono me acompañan.

Sin esperanzas descansa el mundo sin ti,
El mundo sin este doble de mí;
Tu mundo de astucias, odios y duda,
De frías sospechas sin lugar,
Donde tú, yo y la Libertad
Disfrutan una soberanía muda.

Lo que importa es que todo alrededor,
Peligro, angustia y oscuridad,
No rompen las cadenas de nuestra soledad
Donde habita el cielo en su esplendor,
Alimentado por diez mil rayos eternos
De soles que no han conocido el invierno.

La Razón sin dudas habrá de objetar
Por la triste realidad de la naturaleza,
Explicando que el sufrimiento del corazón es vano,
Y que sus preciados sueños deben perecer;
La Verdad con rudeza busca asolar
Las flores de la fantasía que tímidas asoman.

Pero tú siempre serás el que trae
Las cerradas visiones que retornan,
El aliento de nuevas glorias caídas en primavera,
Llamando a la vida de la muerte,
Susurrando con la divina voz
De un mundo real y brillante como tú.

No confío en la dicha de tu fantasma,
Pero en las horas quietas de la noche,
Con un incesante agradecimiento
Te doy la bienvenida, bendito aliento,
Fiel asistente de los humanos deseos,
La más brillante esperanza
Allí donde la esperanza muere.
**
ESTROFAS

Aun censurada, siempre regreso
a los viejos sentimientos que nacieron conmigo.
Abandono la búsqueda agitada de riquezas,
los vanos sueños que nunca ocurrirán.

Ya no busco más la región de las sombras.
Monótona se expande su estéril vastedad,
y legión tras legión se alzan mis visiones
y me acercan, qué extraño, el mundo irreal.

Caminaré, mas no sobre viejas huellas heroicas,
no por los senderos de la alta moralidad
y no entre rostros inciertos,
nebulosas formas del rancio pasado.

Caminaré adonde mi naturaleza me lleve,
pues me humillaría elegir otro guía.
Allí donde pastan entre helechos los grises rebaños,
allí, a la montaña, donde brama el viento salvaje.

¿Qué importantes secretos revelan los montes solitarios?
Gloria y aflicción inenarrables.
La Tierra, al despertar el corazón humano,
une ambos mundos, el Cielo y el Infierno.
**
VENDRÉ CUANDO ESTÉS TRISTE

Vendré cuando estés triste,
sola en la oscura habitación;
cuando el loco júbilo del día se desvanezca,
y se disipe la sonriente alegría
de las frías tinieblas de la noche.

Vendré cuando en tu corazón
reine la emoción más pura,
y mi influjo, deslizándose en ti,
haciendo más honda la pena, helando la alegría,
arrase tu alma.

Oye, esta es la hora,
tu terrible momento.
¿No sientes sobre tu alma
rodar un flujo de raras sensaciones,
anuncio de un poder más fuerte,
heraldos míos?
Noviembre de 1837
**
SUAVE NEBLINA SOBRE LA COLINA

Suave neblina sobre la colina;
no habrá mañana tormenta.
No; el día se ha cansado de llorar,
ya agotó su reserva de callada tristeza.

Oh, he vuelto a los días de mi infancia,
de nuevo soy una niña;
y bajo el techo paterno que me abriga,
junto a la vieja puerta de la entrada,

miro caer esta tarde nubosa,
tras un día de lluvia.
Neblinas azules, dulces neblinas de verano
empañan las montañas a lo lejos.

La humedad impregna la alta hierba verde,
espesa como lágrimas en la mañana;
y pasan como en sueños vaharadas de fragancias
que recuerdan otros tiempos.
27 de julio de 1839

Fuente: Poemas, de Currer, Ellis y Acton Bell (Poems by Currer, Ellis, and Acton Bell), seudónimos de Charlotte, Emily y Anne Brontë. Dover Thrift Editions, 1846.
Traducción Literal del Inglés por: Juan Diego Amoroz E. ®

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char