martes, 16 de marzo de 2010
Qué planeas hacer con tu vida
Algo más de
MARY OLIVER
(EE.UU., 1935- )
Gansos salvajes
No tienes que ser buena.
No tienes que recorrer el desierto de rodillas, arrepintiéndote.
Sólo tienes que dejar que el suave animal de tu cuerpo
ame lo que ama.
Háblame del dolor, del tuyo, yo te hablaré del mío.
Mientras tanto, el mundo sigue.
Mientras tanto, el sol y las claras piedritas de la lluvia
avanzan por los paisajes,
sobre prados y árboles frondosos,
las montañas y los ríos.
Mientras tanto, los gansos salvajes, allá arriba, en el cielo azul y limpio,
emprenden rumbo de vuelta a casa.
Seas quien seas, te sientas lo sola que te sientas,
el mundo está ahí para tu imaginación,
llamándote, como los gansos salvajes, ruda y emocionalmente
anunciando una y otra vez tu lugar
en lo familiar de las cosas.
Wild Geese (de Dream Work, 1986)
You do not have to be good.
You do not have to walk on your knees
for a hundred miles through the desert, repenting.
You only have to let the soft animal of your body
love what it loves.
Tell me about despair, yours, and I will tell you mine.
Meanwhile the world goes on.
Meanwhile the sun and the clear pebbles of the rain
are moving across the landscapes,
over the prairies and deep trees,
the mountains and the rivers.
Meanwhile the wild geese, high in the clean blue air
are heading home again.
Whoever you are, no matter how lonely,
the world offers itself to your imagination,
calls to you like the wild geese, harsh and exciting--
over and over announcing your place
in the family of things.
Poema de Mary Oliver traducido libremente por michelle para Mujer Palabra (2006) Nota: el femenino no es de la autora; tómese como inclusivo de todas las personas.
***
EL DÍA DE VERANO
¿Quién creó el mundo?
¿Quién dio forma al cisne, al oso negro?
¿Quién hizo a la cigarra?
Me refiero a esta cigarra,
la que se lanzó fuera del pasto,
la que ahora come azúcar de mi mano,
la que mueve las fauces abiertas de atrás para adelante y no de arriba abajo,
la que mira a su alrededor con enormes ojos complicados.
Ahora levanta sus brazos pálidos y lava su rostro con cuidado.
Ahora de pronto abre sus alas y se va flotando.
Yo no sé con certeza lo que es una oración.
Sin embargo sé prestar atención
y sé cómo caer sobre la hierba,
cómo arrodillarme en la hierba,
cómo ser bendita y perezosa,
cómo andar por el campo,
que es lo que he hecho todo el día de hoy.
Dime, ¿qué más debí haber hecho?
¿No es verdad que todo al final se muere… y tan pronto?
Dime, ¿qué planeas hacer con tu vida
preciosa, salvaje, única?
THE SUMMER DAY
Who ever made the World?
Who made the swan, and the black bear?
Who made the grasshopper?
This grasshopper, I mean
the one who is eating sugar out of my hand,
who is moving her jaws back and forth instead of up and down
who is gazing aroud with her enormous and complicated eyes.
Now she snaps her wings open, and flotas Hawai.
I dont´n know exactly what a prayer is.
I do know how to pay attention, how to fall down
into the grass, how to kneel down in the grass,
how to be idle and blessed, how to stroll through the fields,
which is what I´ve been doing all day.
Tell me, what else should I have done?
Doesn´t everthing die at last, and too soon?
Tell me, what is it you plan to do
whit your one wild and precious life?
(Traducción de Daniel Pupko)
***
El Sol
¿Has visto alguna vez
algo
más hermoso
en tu vida,
cómo el sol,
cada noche,
relajado y suave,
flota hacia el horizonte
hacia las nubes o las montañas,
o el mar tempestuoso,
y desaparece
y cómo se desliza otra vez
desde las sombras,
cada mañana,
desde el otro lado del mundo,
como una flor roja
subiendo entre sus aromas celestiales,
digamos, una mañana al comenzar el verano,
en su perfecta distancia imperial
y has sentido por algo
amor tan loco
crees que
hay algún lugar, en alguna lengua,
una palabra que exprese suficientemente
tal placer
que te invade
al alcanzarte
el sol,
al calentarte
al estar allí de pie,
con las manos vacías?
o ¿le has dado tú también
la espalda a este mundo?
o ¿te has enloquecido
también
por el poder,
por las cosas?
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
4 comentarios:
q maravilla... un gusto... gracias Irene por tanto más
Gracias, don; es buena, sí, Irene
ME ENLOQUECEN ESTOS POEMAS. LA DESCONOCÍA. QUÉ MARAVILLA. GRACIAS.
Gracias por la visita, Irene
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