lunes, 4 de enero de 2016

¿Quién sabe qué es la vida?

JOSÉ VILLA

(Martín Coronado, Prov. de Buenos Aires, Argenina, 1966)

Último poema

En la pensión donde vivo
no hace mucho
se ahorcó un cabrón
era poeta
y estaba viejo
y nunca soltaba
el whisky
hasta esa noche
cuando su cuello
se cruzó en el camino
de aquella cuerda
lo encontraron
2 días después
apestaba
lo bajaron
se lo llevaron
en la mesa
dejó un poema
dedicado a
"la muy
puta"

el cuarto
que ocupo
era el suyo
yo también
soy poeta
igual de mierda
y de borracho
pero no estoy
viejo
o no mucho
y si en una
de esas
decido ir
y colgarme
no pienso
escribirle
un último
poema
a la perra
aquella
no se merece
ni siquiera
eso
la muy

puta.
***
Trabajo misterioso

No sabe lo lejos que está, toca timbre en una casa,
no sabe a quien debe mirar
Buscará creer, hará su vida

La veo que camina tomada de una apariencia,
hace la suya

La verdad es que durante tanto tiempo no la había mirado:
pensaba más bien en la mezcla, en la rueca
de fieles y de estambres, de trozos de mosaico y perros
enroscados, botellas y fragmentos,
que me callé

A tal punto, que estas vías conducen a una lápida
Y sí, no parecía que entre su triste retrato y su perdida
unión hubiera algo.
***
La vida

Ayer amanecí muerto

Se sentía bien:
cierta ligereza
un sentimiento cercano a la euforia...

aproximadamente lo que debe sentir un río
poco después de entrar al mar

¿Y acaso no es la vida un río
que nos conduce sin tregua hacia un final predecible?

me pregunté filosóficamente

De todos modos
tenía ganas de tomarme un café

Así que, muerto y todo
bajé a la cocina
puse agua en la cafetera
etc

Conforme pasaban las horas
me di cuenta que estar muerto
no representaba ningún impedimento
para seguir llevando a cabo
mis viejas rutinas de toda la vida

Todo era cuestión de adaptarse
a esa curiosa sensación de ligereza
a ese sentimiento como de flotar
a unos pocos centímetros del suelo...

algo parecido a lo que debe sentir
un corredor de 100 metros
segundos después de cruzar la meta

¿Y acaso no es la vida una corta carrera
sin más objeto en realidad
que cruzar un simbólico límite en medio de la nada?

Por lo visto
morir propiciaba
cierta tendencia a caer en especulaciones
filosóficas

En fin
como veo que el poema se está alargando
haré un resumen de lo que hice mi primer día muerto:

fui a la tienda
compré cerveza
regresé al departamento
y me senté a tomar frente al televisor
hasta que me dio sueño

Luego me lavé los dientes
me metí a la cama
y me dormí

Hoy amanecí con vida

Otra vez

Así que olviden lo que dije allá arriba
sobre el río
y sobre la carrera corta

Además
¿quién sabe qué es la vida?




1 comentario:

getulio roncesvalles dijo...

ji ji ji
el primero y el tercero son míos
escribo en este foro http://www.mundopoesia.com/foros/foro/poesia-realista-sin-premios.224/
y si quieres seguir subiendo mis cosas me parece perfecto

saludos

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char