miércoles, 21 de noviembre de 2018

La risa

Sabe reír. En medio
del dolor se ríe
y juega.
En medio del dolor
habla claro,
cuenta que todo es simple y claro:
un cuerpo, un mueble, las personas
que miran, hacen,
juegan;
asusta
su buen humor
para todo, su fastidio
por la ambigüedad.
Sabe reír:
«Nunca hubo ninguna cosa buena (el
sol, la gente) que
no estuviese compensada
con el dolor,
y al revés
por qué no al revés», dice.

                       Para Hebe Uhart 

De El mundo incompleto,
Libros de Tierra Firme, 1987.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char