lunes, 30 de marzo de 2009

Con sólo mover los dedos


3 comentarios:

Carolina Paola dijo...

¡Wow! Siempre admiré a los que tocan la guitarra. He intentado e intentado, pero no hay caso. Soy un caso perdido. No logro coordinar. Ja ja.
¡Un beso!


Carolina.

silvia camerotto dijo...

bella película. nuevamente, gracias por el recuerdo.

Irene Gruss dijo...

Sí, muy bella. Gracias, Sibila y Carolina, por pasar, Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char