viernes, 25 de marzo de 2011

Duerme, antes de los idus de marzo

Un poema de CARMEN GARRIDO ORTIZ

(Córdoba, España, 1978)


5 de marzo. XLV aniversario de la muerte de Anna Ajmátova

Las horas ya no se comen el día/
el mayor corrosivo del minutero es el miedo, puro amoníaco/
porque todo lo que acontece es hiel/
E hígado eres: amoratado, venoso, alcoholizado por el segundero/

Tú no volverás, mujer de los veinticuatro, ni lujuriosa ni escribiente/
Eres la matricida, la huérfana del hijo pródigo, que escupe dentro de una tumba asiria, donde los únicos signos sumerios son el alfa (Gorenko), el omega (Ajmátova)/

Quieres, yugular rusa, verter sangre sobre los pechos/
y sólo caen mondas de patatas, alimentos de los hijitos de Petersburgo/

Duerme, antes de los idus de marzo/
Ahora, que ya eres carne de tierra, desciente hasta los Infiernos/
Sé Bruto, por fin, y mata a la querida patria
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Crédito foto: http://1.bp.blogspot.com/

2 comentarios:

Bibiana Poveda dijo...

Bravo por la Carmela, mi amiga!

Irene Gruss dijo...

Salud, y gracias por pasar; Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char