Ukiyo-e s/d |
(Buenos Aires, Argentina, 1949)
Van Gogh, Zapatos
Qué sino pintar,
que
no es
atrapar, sino
la incontenible necesidad
de poner bajo un horizonte
las infinitas cosas desapercibidas
pues
de otra forma no serían percibidas
pero además
trazarían puntos de fuga infinitos,
y entonces
¿hacia dónde, hacia dónde?
Hacia dónde decir que tiende la mirada.
Otra cosa veo, Teo,
la infinita
materialidad de la materia:
mirá estos zapatos, la silla, el sombrero,
no hablar ya del girasol,
de los girasoles,
de los campos, de los estibadores,
del azul material del cielo,
y del color que fueran los ojos
tuyos, del doctor, los míos.
Densidad, diafanidad, infinitos puntos de fuga
que insisten en que la materia no es forma,
¡no es forma!
No hay abstracción que la capture
ni gruesa pincelada que convierta una galaxia
o el resplandor de una galaxia en la siempre
inacabable rugosidad,
en la siempre
inacabable
materialidad
de una colcha.
Analogías, hermano: ¿qué analogías?
De Escolios, inédito
1 comentario:
gran poema en tanto, y no sólo, está, se siente, "aquello" que pensaba V.V acerca de la pintura... gracias Irene. saludos.
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