martes, 10 de abril de 2012

La iglesia está incompleta, está sin terminar, la misa está sin terminar

Otros poemas de EDUARDO D’ANNA
(Rosario, Prov. de Santa Fe, Argentina, 1948)

Cómo desear

Si hoy hemos olvidado
lo bella que era ayer
Es posible que sea hoy
más bella que ayer.
***
Domingo de Rosario

El joven baja las escaleras
Las escaleras todavía desnudas, de portland,
Todavía sin los mármoles de esplendor romano
sin las falsas barandas medievales.
Baja lento atrás, a su espalda se escuchan
las canciones finales de la misa
por las puertas ya abiertas preparadas para la salida de la gente
para los mendigos ya dispuestos, pero ninguno le pide nada
parece un rey bajando esas escaleras
las manos sueltas, la cabeza bien erguida, los ojos
que ya saben el futuro, aunque todo lo ignoran sobre lo que ocurrió
la iglesia está incompleta, está sin terminar, la misa está sin terminar,
eso no es nada especial, se diría que él tiene que ir a otra parte,
pero esa no es la verdad, la vedad es que está huyendo.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char