María Julia de Ruschi
(Buenos Aires, Argentina, 1951)
El fósil de la lluvia
los huesos buscan su camino
los días buscan su camino
el dedal, el hilo, los cuervos
las hienas, la tijera
buscan su camino
las estrellas, las galaxias
tus manos sobre mi cabeza
buscan su camino
la pequeña flor entre la hierba
las manos de los vientos
el pichón del tero
buscan su camino
la palabra entre palabras
busca su camino
veinte millones de pobres
el pan, el aceite, la sal
buscan su camino
Nuestra Señora de Guadalupe
Electra, Julieta
el invierno
buscan su camino
el sol, el dolor en el pecho
la sangre sobre el papel, el durazno en el barco
buscan su camino
veinte millones de cristos
uno
En Salir de Egipto. Buenos Aires, bajo la luna, 2007
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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