miércoles, 30 de abril de 2014

Cuando nadie me ve

SOLEDAD CASTRESANA
Tomada de elangeleditor.com

(La Pampa, Intendente Alvear, Argentina, 1979)


Hipopótamo

Bajo el agua
cuando nadie me ve
soy ligero como un potro.
**
El suplicante

Que el cielo
se canse de mí
y caiga.
**
Manta raya

Si fuera pájaro
nadaría.
**
El mar

descansa en el aire.      

(De Selección natural, Fondo Editorial Pampeano, 2011)
Tomados de elvendedordetierra.com        
***
III

Crin Dorada cerró el relincho
en el pecho erecto, las patas cortas,
los vasos salvajes. La polvareda
sobre peones y chicos y moscas.
Con la furia del grito trabado
en las espumas de la boca
—garganta que no sabía frenar—
se tragó sus huevos y corrió.
Alambrados, pastos puna, osamentas.
El galope maldecía los filos y las manos.
Mi sexo fosforescía a los cuatro vientos.
Yo pensaba en Crin Dorada. Soñaba montarlo.
 (De Carneada, 2007)

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char