domingo, 2 de noviembre de 2014

Como si la ternura fuese a entrar de repente

JUAN GELMAN

(Argentina, 1930- México, 2014)

A LA PINTURA

Dénise trabaja en el Musée du Louvre buffet del 1er. piso,
entre mesas o ingleses ella conduce su cuerpo con toda
decisión,
su culo es más sonoro que los mundos de Rubens
y se parece a la esquina de las palomas de l´Avenue
de Champs Elysées.
Todo el día todo el día moviéndose moviéndose
suelta especie de pájaros que revolotean a su alrededor
y la describen en el aire saludando al gran pueblo
antes de regresar dulcemente a su carne.
Dénise trabajaba y nunca había visto a la Gioconda
pero su cuarto en Poinssonniére
era un país siempre dispuesto para el amor,
cada noche su oleaje golpeaba las ventanas.
Cuando abrazaba al hombre miraba hacia la puerta
como si la ternura fuese a entrar de repente,
a veces se le volaban pájaros oscuros
como una tristeza después de haber amado.

Gotán. Ed. Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1989.

No hay comentarios:

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char