Lenore Kandel
(Nueva York, EE.UU., 1932- San Francisco, id., 2009)
Eros/Poema
¡Alabado sea el joven Eros que folla con todas las chicas!
Sólo los dioses aman con tanta generosidad
compartiendo su beatitud con todos
¡Alabado sea Eros! Aquel que ama tan sólo la belleza
y la encuentra por doquier
Eros te he conocido y a tus diosas pasajeras
envueltas en un halo de amorlujuria tan real como una flor cualquiera
que florece un día y se pierde luego con el viento
he visto cómo titilaban tus ojos de placer
cuando alababas la belleza de la dulce Psique con tu lengua enamorada
para verlos brillar luego con la misma profunda dicha
mientras otras mujeres tiernas yacían entre tus manos
¡Alabado sea Eros! Aquel que es incapaz de acumular amor
pero lo gasta como el agua en un tamiz dorado
compartiendo su propia gracia lasciva
con todos aquellos que le permiten la entrada
infieles como flores, veleidosos como la mariposa que soporta el viento
¡Alabado sea Eros, hijo de los dioses!
aquel que ama tan sólo la belleza y la encuentra
por doquier
*
Eros/Poem
Praise be to young Eros who fucks all the girls!
Only the gods love with such generosity
sharing beatitude with all
Praise be to Eros! Who loves only beauty
and finds it everywhere
Eros I have met you and your passing goddesses
wrapped in a haze of lovelust as true as any flower
that blooms its day and then is lost across the wind
I have seen your eyes lambent with delight
as you praised sweet Psyche’s beauty with your loving tongue
and then have seen them sparkle with that same deep joy
as other ladies lay between your hands
Praise to be eros! Who can hoard no love
but spends it free as water in a golden sieve
sharing its own soft wanton grace
with all who let his presence enter in
faithless as flowers, fickle as the wind-borne butterfly
Praise to be Eros, child of the gods!
who loves only beauty and finds it
everywhere
**
Traducción: Anna-Lisa Marí Pegrum
**
Para leer más de la autora, aquí
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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