lunes, 22 de junio de 2015

Aún tibia como una manta

Estela Figueroa

(Santa Fe, Argentina, 1946)

Esta noche
A José Luis Pagés

Esta noche va a helar
–pensé–
con una inexplicable congoja.

Miré las plantas del patio
que amagaron con florecer
después del “veranillo de San Juan”.

Esta noche va a helar.
Sí.
Pero ya heló sobre los que fueron
nuestros sentimientos de antaño
aquellas pasiones.

Va a helar.
Ya heló
–me dije–.

Quisiera extender
al menos mi mirada
aún tibia como una manta
sobre las plantas del patio
y protegerlas.

Comienzo a envejecer.


De La forastera. Recovecos, 2007.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char