MARÍA DEL CARMEN COLOMBO
(Buenos Aires, Argentina, 1950)
Un poema de La edad necesaria
(Nueva versión)
Donde el silencio llega como lengua de piedra
caídas precipicios guardo
la soga que ha colgado a mi corazón
en medio de la calle
Desnudo este pañuelo cubriendo mi ceguera
así lo guardo
y a despecho del dolor el viento eriza
la palabra perdida la palabra gastada
la palabra
* La edad necesaria (1978, Ed. Buenos Aires Sur). La nueva versión corregida y aumentada de este libro será subida en la sección de Ibook, de la página dirigida por Ramón Fanelli y Marion Berguenfeld.
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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