sábado, 18 de julio de 2015

Textos cantados

Tomada de recursos.march.es


Figure humaine se compone de ocho poemas de Éluard escritos 
anónimamente durante los años de Ocupación. El último es el
conocidísimo, famosísimo, emblemático (como diría un periodista)
Liberté. Fue el símbolo de la auténtica república francesa contra Vichy y el Ocupante, esto es, contra la reacción y la barbarie. Curiosamente, Luigi Nono los utilizó años más tarde en una ópera suya para denunciar la tortura inflingida por el ocupante francés a muchos insurgentes argelinos. Fue en su ópera Intoleranza 1960.

Francis Poulenc recibió estos poemas poco a poco, por correo, como
tantos otros ciudadanos. Estos, y otros más. Y compuso en la soledad
clandestina de su laboratorio y casa una cantata que es testimonio y
obra de arte de un pueblo que no se resignaba a la barbarie nazi ni a la servidumbre de los patéticos gobiernos de Vichy, serviciales para el III Reich, profundamente reaccionarios, antisemitas, tradicionalistas, antirrepublicanos. Por suerte para todos, incluso para nuestro país, dejado en manos de la reacción zafia y criminal, la República Francesa se salvó. En Francia algunos trataron de exagerar la nota en la depuración de los numerosísimos franceses colaboracionistas, y la depuración se hizo poco menos que imposible. Esto lo decimos por Poulenc, que fue señalado como complaciente con los alemanes; lo mismo que Honegger, lo mismo que Maurice Chevalier. Gracias a exageraciones así se escaparon los muchos responsables. Fusilado Brasillach, suicidado Drieu la Rochelle, los ánimos quedaron un poco sobrecogidos. Y gracias a que se detuvieron las habladurías y acusaciones, Poulenc compuso Figure humaine y Un soir de neige.
Santiago Martín Bermúdez
***
Un atardecer de nieve
(Francis Poulenc. Texto de Paul Éluard)

Grandes cucharadas de nieve

Grandes cucharadas de nieve
Arrastran nuestros pies helados
Y con una dura palabra
Enfrentamos el testarudo invierno
Cada árbol tiene su sitio en el aire
Cada roca su pie en la tierra
Cada arroyo su agua viva
Nosotros nosotros no tenemos fuego
**
La buena nieve

La buena nieve el cielo negro
Las ramas muertas el desamparo
Vergüenza para el animal perseguido
La huida flecha en el corazón
Las huellas de una presa atroz
Audaz ante el lobo y siempre es
El más bello lobo y siempre es
El último vivo que amenaza
La masa absoluta de la muerte
La buena nieve el cielo negro
Las ramas muertas el desamparo
Del bosque pródigo en trampas
Vergüenza para el animal perseguido
La huida flecha en el corazón
**
Bosque herido

Bosque herido bosque perdido
De un viaje en invierno
Navío en que la nieve hace pie
Bosque de asilo bosque muerto en que sin esperanza
sueño con el mar de espejos reventados
Un gran momento de agua fría sorprendió a los
ahogados
La multitud de mi cuerpo sufre por ello
Me debilito
Me disperso
Confieso mi vida
Confieso mi muerte
Confieso ajeno
Bosque herido, bosque perdido,
Bosque de asilo bosque muerto
**
La noche fría la soledad

La noche fría la soledad
Me encerraron con mucho cuidado
Pero las ramas buscaban su camino en la prisión
A mi alrededor la hierba encontró el cielo
Aherrojaron el cielo
Mi prisión se derrumbó
El frío vivo el frío ardiente sí que logró atraparme.
***
Figura humana
(Francis Poulenc. Texto de Paul Éluard)

De todas las primaveras del mundo
De todas las primaveras del mundo
Ésta es la más fea
Entre todas mis maneras de ser
La confiada es la mejor
La hierba levanta la nieve
Como la piedra de una tumba
Yo duermo en la tempestad
Y me despierto con ojos claros
El lento el pequeño tiempo concluye
En que cualquier calle ha de pasar
Por mis más íntimos retiros
Para que yo conozca a alguien
No escucho hablar a los monstruos
Los conozco lo han dicho todo
Ya no veo más que los rostros bellos
Los rostros buenos seguros de sí mismos
Seguros que abatir muy pronto a sus amos.
**
Cantando se arrojan las criadas

Cantando se arrojan las criadas
Para enfriar el sitio en el que mataban
Chiquillas en el polvo pronto arrodilladas
Las manos en los tragaluces del frescor
Son azules como una experiencia
Una gran mañana alegre
Asumid en sus manos los muertos
Asumid en sus ojos líquidos
Es la vestimenta de los efímeros
La última vestimenta de la vida
Las piedras descienden desaparecen
En el agua inmensa esencial
La última vestimenta de las horas
Apenas un recuerdo emocionado
En los pozos secos de la virtud
En las largas ausencias gran estorbo
Y nos abandonamos a la suavísima carne
A los prestigios de la debilidad.
**
Tan bajo como el silencio

Tan bajo como el silencio
De un muerto plantado en la tierra
Tan sólo tinieblas en la cabeza
Tan monótono y sordo
Como el otoño en la charca
Cubierta de vergüenza mate
El veneno viudo de su flor
Y de sus animalejos dorados
Esconde su nombre encima de los hombres.
**
Tú, mi paciente

Tú, mi paciente mi paciente mi pariente
Garganta arriba suspensa órgano de la noche lenta
Reverencia al esconder todos los cielos en su gracia
Prepara en la venganza un lecho en el que naceré yo.
**
Riéndose del cielo y de los planetas

Riéndose del cielo y de los planetas
Empapada la boca de confianza
Los sensatos
Quieren hijos
E hijos de sus hijos
Hasta perecer de erosión
El tiempo no mide sino a los locos
Es el abismo lo único que florece.
Y qué grotescos son los sensatos.
**
El día me sorprende y la noche me da miedo

El día me sorprende y la noche me da miedo
El verano me obsesiona y el invierno me persigue
Un animal en la nieve posó
Sus patas encima de la arena o en el barro.
Sus patas desnudas más lejos que mis pasos
En una pista en que la muerte
Tiene las huellas de la vida.
**
La amenaza bajo el cielo rojo

La amenaza bajo el cielo rojo
Llegaba desde debajo de las mandíbulas
Escamas de los eslabones
De una cadena escurridiza y pesada
La vida se distribuía
Con largueza a fin de que la muerte
Tomase en serio el tributo
Que se le pagaba sin escatimar
La muerte era el Dios de amor
Y los vencedores en un beso
Se desmayaban encima de sus víctimas
La canalla tiene buen corazón
Y sin embargo bajo el cielo rojo
Bajo los apetitos de sangre
Bajo la lúgubre hambruna
La caverna se cerró
La tierra útil borró
Las tumbas cavadas de antemano
Los niños ya no tuvieron miedo
De las profundidades maternas
Y la pequeñez y la demencia
Y la bajeza dejaron sitio
A unos hombres hermanos de hombres
Que ya no luchaban contra la vida
Unos hombres indestructibles.
**
Libertad

En mis cuadernos del colegio
En mi pupitre y en los árboles
En la arena en la nieve
Escribo tu nombre
En todas las páginas leídas
En todas las páginas en blanco
Piedra sangre papel o ceniza
Escribo tu nombre
En las imágenes de oro
En las armas de los guerreros
En la corona de los reyes
Escribo tu nombre
En la jungla y el desierto
En los niños en las retamas
En el eco de mi infancia
Escribo tu nombre
En las maravillas de las noches
En el pan blanco de los días
En las estaciones enamoradas
Escribo tu nombre
En mis trapos azul cielo
En el estanque sol descompuesto
En el lago luna viviente
Escribo tu nombre
En los campos en el horizonte
En las alas de los pájaros
En el molino de las sombras
Escribo tu nombre
En cada bocanada de aurora
En el mar, en los barcos
En las montaña demente
Escribo tu nombre
En la espuma de las nubes
En los sudores de la tormenta
En la lluvia espesa y anodina
Escribo tu nombre
En las formas centelleantes
En las campanas de los colores
En la verdad física
Escribo tu nombre
En las sendas despiertas
En las carreteras desplegadas
En los lugares que desbordan
Escribo tu nombre
En la lámpara que se enciende
En la lámpara que se apaga
En mis manos juntas
Escribo tu nombre
En la fruta cortada en dos
Del espejo y de mi cuarto
En mi cama concha vacía
Escribo tu nombre

En mi perro comilón y tierno
En sus orejas alzadas
En su pata torpe
Escribo tu nombre
En el trampolín de mi puerta
En los objetos familiares
En el temblor del fuego bendito
Escribo tu nombre
En tu carne concedida
En la frente de mis amigos
En cada mano que se tiende
Escribo tu nombre
En el cristal de las sorpresas
En los labios atentos
Muy por encima del silencio
Escribo tu nombre
En mis refugios destruidos
En mis faros derrumbados
En las paredes de mi desconsuelo
Escribo tu nombre
En la ausencia sin deseo
En la desnuda soledad
En los peldaños de la muerte
Escribo tu nombre
En la salud que regresa
En el riesgo desaparecido
En la esperanza sin recuerdo
Escribo tu nombre
Y por el poder de una palabra
Mi vida empieza de nuevo
He nacido para conocerte
Para nombrarte
Libertad

Traducción: Santiago Martín Bermúdez
Fuente: ocne.mcu.es/fileadmin/user_upload/Contenido/descargas/CicloCoral16_04_2009.pdf

1 comentario:

DenniZu dijo...

me gusta, su coherencia y sobre todo el ritmo que es muy evidente e envidiable.
saludos.
D.Z

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char