(Lima, Perú, 1942-2012)
Cuatro boleros maroqueros
1
Con las últimas lluvias te largaste
y entonces yo creí
que para la casa más aburrida del suburbio
no habrían primaveras
ni otoños ni inviernos ni veranos.
Pero no.
Las estaciones se cumplieron
como estaban previstas en cualquier almanaque
Y la dueña de la casa y el cartero
no me volvieron a preguntar
por ti.
2
Para olvidarme de ti y no mirarte
miro el viaje de las moscas por el aire
Gran Estilo
Gran Velocidad
Gran Altura
3
Para olvidarte me agarro al primer tren y salgo al campo
Imposible
Y es que tu ausencia
tiene algo de Flora de Fauna de Pic Nic.
4
No me aumentaron el sueldo por tu ausencia
sin embargo
el frasco de Nescafé me dura el doble
el triple las hojas de afeitar.
(De Cómo higuera en un campo de golf)
**
Paracas
Desde temprano
crece el agua entre la roja espada
de unas conchas
y gaviotas de quebradizos dedos
mastican el muymuy de la marea
hasta quedar hinchadas como botes
tendidos junto al sol.
Sólo trapos
y cráneos de los muertos, nos anuncian
que bajo estas arenas
sembraron en manada a nuestros padres.
(De David)
**
Café en Martirok Utja
[a Frigyes Toledo]
Hay una lámpara floreada sobre el piano
y una estufa de fierro.
Bebes el vino junto a la única ventana:
un autobús azul y plata cada cinco minutos.
Pides el cenicero a la muchacha
(alta flor de los campos ven a mí).
La luz del otoño es en tu vaso
un reino de pájaros dorados.
Pero pronto anochece.
Los autobuses no son azul y plata,
el cenicero es una rata muerta,
el vaso está vacío.
La muchacha partió cuando encendieron
la lámpara floreada y tú mirabas
la lámpara floreada.
Puedes pedir otra jarra de vino,
pero esta noche
no esperes a los dioses en tu mesa.
(De El libro de Dios y de los húngaros)
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