María de la Luz Urriola González
(Santiago de Chile, Chile, 1967)
Tengo un corazón.
Una vez por lo menos lo tuve.
Mi corazón tiembla por cualquier cosa.
Cualquier cosa lo hace temblar,
una gota de lluvia basta, una débil brisa.
Este corazón es como una explanada, como el desierto
curtido por el sol.
Ah, hasta dónde las palabras habrán de llevarme.
Mis pensamientos han estado totalmente equivocados.
Este corazón iba a un lugar,
yo a otro.
***
Ya no volveré, pero no decaigas los párpados como la cortina de una ferretería de barrio. No tengo más que un silencio de buzón sin sentido.
Ya no espero por nada que no sea yo.
Yo es una manera de decir que fui, alguna vez, mi jaula y mi cielo.
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