MARÍA DEL CARMEN COLOMBO
(Buenos Aires, Argentina, 1950)
bien colocada
la moneda que falta
en la ranura del error
y atiende el inter
locutor que dice: hola, soy
el que soy,
tiene Ud. un problema conmigo?
tengo un vano problema
con todo
en el cable de los años pasan
enredada en mi cabeza
no puedo responder
me quedé sin
tono
cuánto me falta para
lo que me falta
una orquesta de almas
desafinadas voces
en mi oído absoluto
noche y día y
entre tantas Una
alcanzo a distinguir su pregunta:
cuál es
tu gracia?
desde el otro lado
de la línea
le digo
por el tubo que no tengo
"arder
cuando llamas"
De La muda encarnación. Último Reino (1993).
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
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