lunes, 18 de junio de 2018

Fracasará mi idea, que fue agradar.

Philip Roth 

(Newark, EE.UU., 1941-Nueva York, id., 2018)

PRÓSPERO 
Ahora magia no me queda 
y sólo tengo mis fuerzas, 
que son pocas. Si os complace, 
retenedme aquí, o dejadme 
ir a Nápoles. Con todo, 
si ya el ducado recobro 
tras perdonar al traidor, 
no quede hechizado yo 
en la isla, y de este encanto 
libradme con vuestro aplauso. 
Vuestro aliento hinche mis velas 
o fracasará mi idea, 
que fue agradar. Sin dominio 
sobre espíritus o hechizos, 
me vencerá el desaliento 
si no me alivia algún rezo 
tan sentido que emocione 
al cielo y excuse errores. 
Igual que por pecar rogáis clemencia, 
libéreme también vuestra indulgencia. 


La Tempestad. William Shakespeare

"El suicidio es el papel que escribes para ti mismo. Lo habitas y lo representas. Todo está cuidadosamente puesto en escena... dónde te encontrarán y de que manera. Pero es una sola representación.”
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"Y si es tan difícil matar a otra persona, alguien de quien tienes todas las razones para querer destruirlo, imagina lo difícil que es matarte a ti mismo." 
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"Gritaba al despertarse en plena noche y encontrarse encerrado en el papel del hombre privado de sí mismo, de su talento y de su lugar en el mundo, un hombre detestable que no era más que el inventario de sus defectos. Por la mañana se ocultaba en la cama durante horas, pero en vez de esconderse del papel, no hacía más que interpretarlo".
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“¿Se trataba puramente del paso del tiempo, que trae consigo deterioro y derrumbe? ¿Era una manifestación de la vejez? Su aspecto físico era todavía impresionante (…) No había nadie más riguroso, estudioso y serio, nadie que cuidara mejor de su propio talento o que se adaptara mejor a las condiciones cambiantes de una carrera teatral a lo largo de tantas décadas. Dejar de ser el actor que era de una manera tan precipitada resultaba inexplicable.”
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"Jamás había fracasado en el teatro, todo cuanto emprendiera tuvo fuerza y éxito y entonces sucedió lo terrible: no podía actuar (…) Nadie estaba interesado, nadie acudió (…) Nada de eso le servía ahora para representar ningún papel. Todo cuanto le fuera útil para ser quien había sido, contribuía ahora a que pareciera un lunático. (…) En el pasado, durante su actuación no pensaba en nada (…) Ahora pensaba en todo (…) Se pasaba toda la jornada entregado a pensamientos que jamás en su vida había tenido antes de una representación.” 
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"Un hombre cuerdo que interpretaba a un demente. Un hombre estable que interpretaba a un hombre deshecho. Un hombre con dominio de sí mismo que representaba a un hombre incapaz de dominarse (…), como un hombre que quería vivir interpretando a un hombre que quería morir.” 

La humillación, de Philip Roth. Random House Mondadori, 2010. J Jordi Fibla para Mondadori.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char