lunes, 24 de septiembre de 2018

Como un pozo en la arena, sin pasión

SILVINA OCAMPO 

(Buenos Aires,  Argentina, 1903-id., 1993)


DE AMOR Y DE ODIO

Afuera está la primavera inmunda;
la irisada paloma que fecunda;
los insectos, que son como ladrones,
ya lo sé, en los azahares con limones;
las glicinas guarangas derramadas
ensuciando baldosas coloradas;
novios que unen su risa y sus cosméticos
junto al jazmín del Paraguay, frenéticos;
frente a columpios exhibicionistas,
en lascivas posturas de ciclistas.
El viento lleva el hálito caliente
de las bestias, y lo infunde en el ambiente,
humedece las hojas de calor,
riza el pétalo esquivo de la flor.
y el frío sólo está en el corazón
como un pozo en la arena, sin pasión,
con espejitos que atesora el mar
que sabe a lágrimas para mostrar
el frío conmovido que se eleva
del fondo misterioso en que se abreva.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char