jueves, 15 de abril de 2010

En la luz de otros fuegos


MARIANA SUOZZO
(Argentina, 1982)


I

si en medio de la noche se dispersa el humo

y en la cama hay bichos bolita
o en el sueño arañas, si encendés la luz
y todas las habitaciones de la nave permanecen oscuras
el incendio puede pasar desapercibido
en la luz de otros fuegos
porque en el sueño hubo bichos y en la cama arañas
y muchas veces encendiste la luz y todo permaneció oscuro
pero nunca algo en tu habitación ardió
Entonces te desplomás como un fruto maduro sobre la cama
sumido en vaya a saber qué sueño sordo
y un poema increíble comienza a crecerte en el pelo
se enreda cubriéndote por completo el cuerpo
y de pronto se hace el día y otra vez la noche
y luego el día y la noche sucesivamente, sin pausas
te ves como un astronauta espiando por la escotilla
la mirada fija en nada ¿quién otro ibas a ser?
¿el hombre araña? ¿la chica de la boletería?
fruncís el ceño, torcés los ojos y te das cuenta:
la alegría es una cosa extraña
en tu paseo por el espacio le escribís a tu amante
que continuás sintiéndote terriblemente solo.
***
IV

en cierta ocasión preguntaste qué hace

un gavilán pollero en la estancia de verano, mientras tu madre
hacía sonar el teléfono en la habitación;
habías hecho algo imperdonable pero con el paso de los días
fue perdiendo importancia, ahora mismo te preguntás qué será de los pájaros
que viven en la copa del árbol del Capitán Sook
un buen día caerá granizo sobre los nidos y al diablo los pichones
si perder la casa fuera tan simple no habría hombres
debajo del puente, un mal día
saldrá el sol y de nuevo nacerán los pájaros
otro día tu madre llamará y atenderás porque sabés
que lo imperdonable es el eco del timbre rompiendo el silencio
recién ahora comprendés cómo sucedieron las cosas
No llueve, no sale el sol
pero unos pájaros se han posado sobre la copa de un árbol
ésta es la visión que te conmueve: un ave de rapiña baja rasando el cielo
en la inmensa noche un cohete defectuoso pierde altura
hay un momento preciso para los llamados telefónicos y las coincidencias infelices
con exactitud geométrica las rutas aéreas convergen
te gusta recordar cómo la aeronave y el gavilán explotan uno contra otro
y vuelan contenidos en un aura amarilla; aquel día
finalmente atendiste el teléfono porque habías recuperado cierta confianza
al ver que los pájaros en el árbol estaban a salvo
ya nada podía sobrevolarlos peligrosamente;
retenido en la travesía humana por el espacio exterior
descubrís las seguridades más simples, todo es claro y elemental:
un pájaro en cualquier lugar es la misma cosa con plumas
Ahora estás convencido de que el Capitán Sook está en serios problemas,
no podés dejar de entrever la imagen en tu mente
sus actitudes, la forma de mirar…
te apena que no pueda abandonar su confusión para dedicarse
únicamente a contemplar la belleza de la tierra vista desde allí afuera.
***
VIII

cada uno se prepara como puede para el último día en el espacio

mientras los otros chequean la rutina de aterrizaje
vos te permitís escuchar canciones de otros tiempos
recordás lugares de la tierra, amigos, la familia…
faltan dieciséis minutos para descender; te sentís como un niño
que es llevado de excursión al jardín japonés
(los niños no desconfían de las maniobras del chofer del micro naranja)
El regreso a la atmósfera es tan peligroso como el lanzamiento
ves indicios de un problema potencial en la cara del capitán
durante el despegue, la pérdida de un fragmento de espuma aislante
golpeó el ala izquierda de la nave, los censores comenzaron a fallar
es inevitable que esto marque con preocupación los rostros
que vigilan silenciosos los movimientos del tablero
alguien murmura algo referente al ángulo de penetración a la atmósfera
un pequeño error puede provocar una catástrofe
La serenidad se interrumpe con un breve crujido
en la vía que los comunica con la tierra
están relativamente cerca de sus hogares, pero una luz intermitente y amarilla
señala que el calor excesivo está afectando la estructura del trasbordador
girás con dificultad el cuello, podés ver el fuego a través del vidrio
las cosas suceden tan rápido que parecen lentas o sin tiempo
vuela una de las alas, en lo que parece un estallido
de pedazos blancos y rojos: pero una explosión no es una explosión
si no hay un buen ruido de fondo.

De Mark en el espacio, editorial Huesos de Jibia, 2007
***

El perro se queja detrás de la casa
bendita es la hora en que las cosas se apagan
el pensamiento despojado galopa
sobre las torres de enfrente
el silencio es violencia de primer grado
(una quemadura leve) ¿qué silencio
es criminal como el zumbido de una mosca?
un sonido leve y persistente
perfora cualquier sentido, la voz tiembla
disuelta -se olvida- hasta que una pared habla
mientras el resto permanece mudo
pronunciar la palabra rompería los ventanales
el coro afónico es una idea misteriosa
(se viene abajo como un castillo de crema)
la voz se alimenta de cantos ordinarios
bendita es la hora del silencio:
nadie es capaz de oír.

6 comentarios:

Fernanda Maciorowski dijo...

hermosos poemas y hermosa foto!

saludos


fm

costa sin mar dijo...

zassssssssssssssssssss
el texto de los pájaros bellísimo

Irene Gruss dijo...

¿Ha visto? Gracias por la visita, Irene

hugo luna dijo...

hermoso sî, Irene! gracias...

principio de incertidumbre dijo...

Soy fanática de Souzzo. Y tengo "Mark en el espacio".

Saludos, precioso su blog, como siempre.

Irene Gruss dijo...

Gracias, Huggh, Principio...; Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char