viernes, 2 de septiembre de 2011

Lo que queda es mi diseño

Créd.: airesbuenosaires.gob.ar

FRANCISCO BITAR 
(Santa Fe, Argentina, 1981)


Ando desde chico en el tabaco
Ando en el tabaco antes que en mujeres
y antes también de andar en literatura:
el tabaco fue el primer aporte que recibí del mundo
En esa época servía
para estudiar el lugar apenas llegaba,
para quedarme callado ante lo que no entendía
de la misma forma que se dice, tanto en la juventud
como en la vejez, en la salud como en la enfermedad:
llego a mi edad con estos recursos
en mitad de la vida ----- del futuro a lo posible ---
el cigarrillo acompaña la urgencia,
un desborde muy del momento
"él era el olor endurecido del humo,
había que abrir las ventanas"
de tanto fumar, buscando con la parte actual
responder a la condición ciega del conjunto
Con el tiempo toda función declina
y una vez encendido el cigarrillo
no será el punto a partir del cual se prospere
Ahora por ejemplo,
estoy apoyado sobre la pared
que mañana recibirá todo el día a martillazos.
***
PELIGRO CONSTRUCCIÓN

Arriesgamos un proyecto de nuestra casa
nada tan real
como para que fuera cierto
nada tan hipotético
como para que no sea posible;
desde el cartón laminado
en la base de la maqueta
las manos escamadas
del pegamento sobrante,
la forma es: improvisar como chicos
llegar bien lejos y de ahí para acá
cortar lo que no sirve
total todo lo que se muere
vuelve a crecer en otra parte.

Con las sobras del ferrocarril
probamos nuestra resistencia:
rieles por vigas, en los paneles
la lista de los viajes que ya no haremos
el pasillo entre andenes
donde trenes que van y vienen
nos dejan sin apoyo.

Vos te dormiste
y lo que queda es mi diseño:
una conversación al azar termina revelando
que ambos dudábamos al principio;
el desprendimiento de una plancha
de revoque pintado sin que el perro
deje de humedecer el piso con su aliento
y a lo lejos la sensación de lo encontrado
al buscar otra cosa, el miedo súbito
de que si te sigo mirando fijo
podría hacer que despiertes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Clap,clap,clap!





Gustavo S.

irene gruss dijo...

Gracias por pasar; Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char