lunes, 11 de junio de 2012

Son cielos los que caen

A. Durero: Melancolía (Tomado de wordpress.com)
Dos poemas inéditos de JORGE NAPARSTEK
(Cabana, Unquillo, provincia de Córdoba, 1953)


dice no y dice cae
el fruto en la garganta
gritos y grillos
y detrás
nebulosas
¿habrá paz ahi?
el golpe duro
¿dónde duele?
las paredes lloran
son cielos los que caen
***

en la cama
protegido por lo inmóvil
así nacen las tragedias
parásito social
eso es lo que soy
si esta todo escrito
¿para qué agotar el ki?
perder poder
 hace falta un ladrón
para abrir todas las puertas
¿final?
digo después del final
pero después se acaba el tablero
después estalla el vidrio                      
siento o sueño            
que la línea del horizonte continúa        
entonces no era el fin
nosotros fuimos el fin
un pasillo por donde caemos
disparados hacia el cielo

5 comentarios:

celeste dieguez dijo...

Que hermoso poema Jorge!Una linea a la profundidad.Un abrazo grande!

Irene Gruss dijo...

Gracias, Celeste; Irene

andrea dijo...

hermosos poemas!

jorge dijo...

Me emociona saber que alguien resonó con ese acorde misterioso.Agradecido Andrea.Y con Irene por su generoosidad

Irene Gruss dijo...

Pas de quoi; mi abrazo, Irene

Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char