jueves, 9 de enero de 2014

El secreto de la transparencia del mundo

MARÍA ROSA LOJO
(Buenos Aires, Argentina, 1954) 
Paul Gauguin



Transparencia

      Todos los atardeceres la mujer se sienta en el patio de la casa. Si
alguien la acompañara vería como su cuerpo se vuelve transparente al
compás de la sombra. Primero surge un mapa encendido de venas y de
vísceras, luego, más abajo, una población de huesos huecos por donde el
viento corre como un golpe de música.
      La mujer sonríe y levanta un brazo en la noche incipiente. Unos
minutos más y se apagará el resplandor del hueso iluminado por canciones
remotas y ocultará la piel el color de la sangre.
      Cuando todo concluye, ella guarda la silla bajo el alero y vuelve a
la cocina, llevándose el secreto de la transparencia del mundo.

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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char


No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char